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El Correo | El horno alto se quita la roña

La espera ha sido larga. Trece años de abandono que, para muchos, le habían sentenciado a una desaparición inevitable. Pero el horno alto de Sestao ha sabido resistir. Estoico. Aguardando una oportunidad para reivindicarse que ya ha llegado. Desde hace menos de un mes, especialistas en restaurar antiguas instalaciones industriales hurgan en sus entrañas para devolverle el esplendor de antaño. Sigue leyendo