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El Servicio de Mediación Penal en adultos de Barakaldo atendió 67 casos en 2007

El servicio de Mediación Penal en adultos del Juzgado de Barakaldo, que comenzó a funcionar de manera pionera en el juzgado barakaldés hace nueve meses, atendió el pasado año 67 casos y logró una valoración muy positiva por parte de las personas que lo utilizaron, tanto víctimas como infractores. El servicio, que atiende los casos derivados por el juzgado, consiste en que una tercera persona, experta y neutral, trate de descubrir qué quieren las partes para que lleguen a un acuerdo dentro de los márgenes legales sobre cómo reparar el daño a la víctima, cómo se responsabiliza el infractor y cómo se soluciona el conflicto de cara al futuro. Los casos más indicados para un proceso de mediación son aquellos en los que hay previamente un reconocimiento de los hechos por parte del infractor, y en los que existe una relación –familiar, vecinal, laboral- que hay que recomponer. Son, por lo general, casos de faltas y delitos menos graves. De los 67 casos derivados por los juzgados, 18 aún se encuentran en proceso y de los 49 casos cerrados, 16 no se pudieron iniciar porque los imputados no quisieron, o no pudieron ser localizados, o porque el juzgado o el equipo mediador no lo consideró conveniente. Los otros 33 expedientes dieron lugar a 37 mediaciones, que afectaron a 127 personas —48 víctimas, 43 imputadas y 36 en la doble condición, al haber denuncias cruzadas—. En estos 33 expedientes había 106 hechos delictivos —62 delitos y 44 faltas—, y en el 60% de los casos, existía una previa relación familiar, de amistad o laboral entre las implicadas. Además, 29 de las 37 mediaciones terminaron con acuerdo, es decir, un 78% de las iniciadas. En todas las mediaciones finalizadas con acuerdo, la persona denunciada reconoció total o parcialmente los hechos. En todos los asuntos, además, se acordó la petición de disculpas formales y la derivación a tratamiento terapéutico del infractor, la realización de trabajos comunitarios —u otras soluciones libremente acordadas por las partes— o la indemnización económica a la víctima.