El Gobierno Vasco ha acordado este año recortar el acceso a las ayudas de emergencia, en base a sus diferentes reformas y aplicación de las Leyes aprobadas el pasado año sobre el acceso a las diferentes prestaciones sociales existentes en la Comunidad Autónoma: Ley del Sistema Vasco de Garantía de Ingresos y para la Inclusión, RGI; y el Decreto que desarrolla de la actual Ley de Vivienda vasca.
Uno de los principales recortes ha sido decidir qué ingresos máximos puede disponer una unidad familiar de convivencia. En concreto, y a modo de ejemplo, una persona -y según la anterior legislación-, podía disponer hasta (en 14 pagas) de 1.080 euros de ingresos o salario. A partir de este mes será solo de 720 euros, en 14 pagas. En las personas perceptoras de una pensión con esta nueva legislación no podrán disponer de más de 913 euros al mes, cuando con la anterior reglamentación llegaría hasta los 1.368 euros mensuales en 14 pagas.
También, a estos recortes, debemos tener en cuenta que desde el 2 de abril se ha empezado a aplicar el Decreto que desarrolla la actual Ley de Vivienda vasca. Normativa que contempla la desaparición de la Prestación Complementaria de Vivienda de Lanbide y las Ayudas de Emergencia de los servicios sociales para instaurar una única ayuda para el alquiler: la Prestación Económica de Vivienda.
El Gobierno Vasco ha decidido endurecer los requisitos de acceso que tenían establecidos Lanbide o los Servicios Sociales Municipales: se va a requerir tres años de inscripción en el Servicio Vasco de Vivienda-Etxebide, cuando hasta este momento no se exigía ningún tipo de antigüedad.
El recorte que supone los límites de ingresos máximos de los que puede disponer una unidad de convivencia y/o exigir tres años de inscripción en el Servicio Vasco de Vivienda-Etxebide va a suponer que cientos de familias que perciben la Prestación Complementaria de Vivienda de Lanbide o las Ayudas de Emergencia desde los Servicios Sociales Municipales dejen de tener acceso a estas ayudas para el pago de sus pisos en alquiler o habitaciones.
Berri-Otxoak surgió hace tres décadas, el 12 de agosto de 1992, y en sus casi 32 años de existencia ha destacado por sus movilizaciones por el derecho a una vivienda digna, contra la especulación y los desahucios, y contra los recortes, la precariedad y la pobreza. El colectivo mantiene además desde el 17 de noviembre de 1997 una oficina de información sobre ayudas sociales, por la que han pasado casi 16.200 familias.