Agharas, que trabaja por la integración multicultural ayudando a inmigrantes y luchando contra la xenofobia, ha revelado que la guardia urbana actuó contra los extranjeros a pesar de que algunos de ellos tenían cita con el servicio vasco de empleo Lanbide y participaban diariamente en un curso de formación. Pese a ellos, fueron trasladados a la brigada de extranjería y se tramita su expulsión del país.
"Encontrarse en este país sin el permiso de residencia en vigor no es un delito", recuerda la asociación de jóvenes bereberes, que ha advertido de la "situación de inseguridad y terror" que esta actuación policial causa a los inmigrantes. Además, rechaza la afirmación del Ayuntamiento de que se ofreció la posibilidad de hacer gestiones con los servicios sociales porque cualquier sabe que "están continuamente saturados".
Del mismo modo, Agharas arremete contra el Consistorio por vincular inmigración y delincuencia cuando en el grupo de 11 personas identificado sólo tres tenían causas pendientes. "Se criminaliza la pobreza de una manera muy burda", lamenta la asociación, que afirma que "esta manera de proceder es profundamente irresponsable".
Comunicado de la asociación de jóvenes bereberes de Bizkaia "Agharas" ante las detenciones efectuadas por la policia el pasado 27 de septiembre en Barakaldo
Desde Agharas queremos trasladar al municipio de Barakaldo nuestra propia mirada a cerca de los hechos acontecidos el pasado 21 de septiembre, día en el que la Policia Nacional en coordinación con la Policía Local de Barakaldo desarrollaron una operación fruto de la cual resultaron detenidas 11 personas y se abrió procedimiento de expulsión contra 7 de ellas.
Brevemente nos presentamos. Somos una asociación local compuesta por un total de 60 personas voluntarias a través de las cuales ponemos en marcha programas diversos como: parejas lingüísticas, clases de idiomas, servicio de ducha y lavadora para personas que se encuentran durmiendo en la calle, huerta comunitaria, teatro social, programas de sensibilización en las escuelas, reparto de cenas, acompañamiento a personas recién llegadas a Barakaldo... Todo ello en coordinación con otras entidades y servicios de Barakaldo.
El pasado 27 de septiembre una de las personas que habitualmente pernoctan bajo el puente en el que se desarrolló la redada policial se comunicó con una de las voluntarias de la asociación para transmitirle con inmensa preocupación lo que estaba sucediendo. La voluntaria se desplazó hasta el lugar y solicitó información a una agente que se limitó a indicar que se encontraban identificando a los jóvenes y que trasladarían a la comisaría de la Policía Nacional en Bilbao a todas las que se encontraban en situación irregular con el fin de abrir expediente de expulsión. La chica expuso a la policía que varias de estas personas tenían que acudir al curso de formación al que asisten diariamente y a cita con el servicio vasco de empleo Lanbide.
La operación se saldó cómo indicábamos con un total de 7 personas trasladadas a comisaría con sus correspondientes expedientes de expulsión tramitados. Además la Policía Local confiscó todas las pertenencias con las que estas personas contaban.
Ante la gravedad de estos hechos queremos expresar:
- Encontrarse en este país sin el permiso de residencia en vigor no es un delito. Este hecho podría ser calificado como una falta administrativa. Por ello resulta desproporcionado que ésta sea razón suficiente para iniciar procedimiento de orden de expulsión como en este caso ha ocurrido. Este acto genera una situación de inseguridad y terror que puede mantenerse intacto en el tiempo, condicionando gravemente la salud mental de las personas afectadas y extendiendo este miedo al conjunto de personas migradas en situación administrativa irregular. Que medidas como esta tengan encaje en la ley de extranjería es una razón más para seguir luchando por un cambio profundo en la ley.
- "Como en otras ocasiones, agentes de la policía local informaron a los ocupantes los días previos al desalojo que debían abandonar el lugar. Les dieron para ello un plazo de 48 horas con criterios de flexibilidad y les indicaron que en el caso de que estuvieran siendo atendidos por alguna institución pública o privada debían acudir a ella para solicitar una alternativa habitacional, ofreciéndoles a su vez la posibilidad de realizar gestiones para concertar una cita con los servicios sociales correspondientes". Estas afirmaciones nos parecen especialmente dolorosas por malintencionadas. Cualquier persona que conozca mínimamente el estado de los servicios que atienden a estas personas en Barakaldo sabe que los dispositivos están continuamente saturados ¿Por qué otra razón sino estarían estas personas viviendo bajo un puente en Barakaldo? En este punto cabría recordar que no solo es que los recursos de los que se dispone no se ajusten a la demanda existente sino que además, dispositivos estratégicos como el albergue de mujeres de Rontegui o el equipo de educadoras y educadores de Barakaldo cesaron sus servicios en el mes de julio, reduciéndose así más si cabe la atención prestada.
- Relacionar a las personas que pernoctan en la calle con la delincuencia es injusto, desajustado de la realidad, además de profundamente irresponsable. Indicaba la nota de prensa municipal que pese a que la detención afectó directamente a un total de 7 personas, solamente 3 de ellos presentaban causas pendientes con la justicia. Se traslada con este tipo de hechos a la sociedad la idea errónea de que el conjunto de personas que duermen en la calle son delincuentes, o dicho de otra manera, se criminaliza la pobreza de una manera muy burda. Afirmamos que esta manera de proceder es profundamente irresponsable porque mientras se dedican esfuerzos y recursos públicos a erradicar la rumorología racista, ésta se ve reforzada a través de actos de ese tipo, atacando frontalmente a la convivencia.
- Los voluntarios de esta asociación convivimos con personas que diariamente viven en la calle. Buscar una mejora en sus proyectos de vida los lleva a vivir en estas circunstancias. Personas en su mayoría responsables con su situación personal y con las esperanzas que sus familias y entorno cercano depositan en ellas. Lo cual les lleva a pesar de vivir en situación de exclusión social, a desplegar infinidad de habilidades, energía, esfuerzo que en la mayoría de ocasiones les permite hacer realidad su inclusión social y laboral pese a las trabas a las que tienen que hacer frente (Ley de extranjería, servicios sociales saturados, paradas policiales, pérdida de enseres ...). Por poner un ejemplo, es sencillo de entender que no debe de resultar fácil poder acudir diariamente a un curso de formación sin tener garantizado el acceso a cuestiones básicas para la salud como un desayuno, una ducha o un techo seguro.
- Estamos plenamente convencidos de que solamente a través del refuerzo y despliegue de nuevas medidas que promuevan la equidad, la justicia social y la plena ciudadanía en Barakaldo será posible avanzar hacía estados de mayor seguridad, convivencia y cohesión social.