publicidad

Elecciones / Solidaria propone crear una concejalía de Salud y un departamento de salud mental

Comunicado de Partido de Acción Solidaria Europea. Creación de la Concejalía de Salud para reforzar la Sanidad y poner en marcha un departamento específico que acoja la salud mental para  Barakaldo. La concejalía coordinaría también el ajuste  de necesidades con Osakidetza

Hoy viernes 19 de mayo asistimos a manifestaciones multitudinarias en Bilbao, Donosti y Vitoria para pedir una Sanidad de Calidad. Personal sanitario y usuarios, hoy más que nunca y como ha dejado ver la pandemia del Covid, se unen para denunciar la precariedad del servicio sanitario, antaño considerado el más cualitativo a nivel estatal y continental.

Está muy claro que las necesidades de cada municipio, en función de su densidad demográfica, media de edad y otros parámetros deben de ajustar los servicios y la atención sanitaria en la medida más adaptada en instalaciones, personal, horarios y especialidades.    

El año pasado desde el Ayuntamiento de Barakaldo se anunciaba la creación de una mesa, un departamento,  para promocionar la salud mental y elaborar un plan de prevención del suicidio. La iniciativa fue propuesta por  Elkarrekin Barakaldo, y contó con el respaldo del PNV, PSE y PP, mientras que EH Bildu se ha abstuvo.

A día de hoy se ha quedado en un capítulo de propuesta y las necesidades son muy claras, sobre todo en lo concerniente a la Salud Mental y existe un vacío en la atención primaria que se debe realizar a nivel municipal y se debe intensificar la coordinación con los servicios sanitarios, sociales y socio-sanitarios para prestar una atención integrada a las personas con enfermedad mental.

La creación de una Concejalía de Salud en Barakaldo, que además de abordar en una primera línea de atención la Salud Mental, ejerza de puente con el Servicio Vasco de Salud, es urgente, y de plena actualidad a tenor de las cifras que hacen necesaria la petición y el planteamiento de la propuesta, con un enfoque jurídico y compatible con Osakidetza, que agilice las gestiones diarias con la ciudadanía.  

El “Marco Estratégico 2021-2024” del Departamento de Salud del Gobierno Vasco expone algo conocido ya de manera amplia por la sociedad. Que la salud no es exclusivamente ausencia de enfermedad sino que es mucho más. Como lo define la OMS “es un estado de completo bienestar físico, mental y social”. Y como remarca esta Estrategia, sin salud mental no hay salud y salud también es impulsar políticas públicas para su fomento en la sociedad.

Atendiendo a la salud mental y con el objeto de desarrollar estrategias y modelos de asistencia para promover el bienestar emocional, psicológico y social de las personas, el Departamento de Salud presentó en 2019 la “Estrategia de Prevención del Suicidio en Euskadi”.

El suicidio sigue siendo la primera causa externa de mortalidad, muy por encima de los accidentes de tráfico a los que duplica en número y es ya el primer problema de salud pública. Si cada 40 segundos una persona se quita la vida en el mundo, en Euskadi, es una cada dos días. Y estos son datos que no cuentan el número de intentos infructuosos, que es mucho mayor. Cerca de 300 intentos de suicidio atienden los servicios de Urgencias de Osakidetza cada año y la Ertzaintza calcula que se darán unos 950 en total.

Las tasas de sucidio tanto en Euskadi como en Bizkaia aumentaron de 2019 a 2020 en 1,75 y 2,33 puntos, respectivamente. En el confinamiento se interrumpieron todo tipo de tratamientos de rehabilitación de salud mental y entre los meses de mayo a octubre, hubo una subida pronunciada de fallecimientos. En 2021 la tasa fue del 19%, siendo 148 vascos quienes se provocaron la muerte, entre ellos 3 menores de edad y 3 personas de más de 90 años. De estas 148 personas, 107 fueron hombres y 41 mujeres. En cuanto a las franjas de edad, la comprendida entre los 50 y los 59 años fue la que más suicidios acumuló, con 34 suicidios, siguiéndole la comprendida entre 40 y 49 años, con 27 suicidios.

Los datos muestran una tendencia al alza, tal y como avanzan los estudios del Instituto Vasco de Estadística, que también reseñan que se alejan de los objetivos marcados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que tienen como objetivo reducir la tasa de mortalidad por suicidio en un 33%.

Tal y como indica la “Estrategia de Prevención del Suicidio en Euskadi”, los estudios indican que sólo un 30% de las personas que se suicidan tenían historia de tratamiento previo con personal profesional de la salud mental, lo cual hace especialmente necesario incluir a otros servicios sanitarios o comunitarios en la prevención del suicidio.

Además de todo esto, son innegables los efectos psicológicos negativos que ha generado la pandemia en todos los niveles de la sociedad. Se ha visto que ha habido un aumento de los síntomas depresivos y de ansiedad, principales factores de riesgo. Éste fue uno de los motivos por los que este grupo llevó en enero al Pleno la demanda de un Plan Municipal de Salud Mental, moción que se aprobó por unanimidad. Un Plan para reducir el impacto de los determinantes sociales y poder elaborar estrategias en el desarrollo de la prevención y el cuidado comunitario desde las competencias municipales que dispone.

En relación con esto y de cara a reducir la incidencia, prevalencia e impacto de la conducta suicida, la Estrategia cuenta con una serie de medidas a implantar en Salud Pública y Adicciones, en Educación o Emergencias de Osakidetza, pero también en ámbitos cercanos como son Ayuntamientos desde sus propios servicios. Con medidas específicas para colectivos vulnerables y con medidas como protocolos de coordinación sociosanitaria entre los servicios sociales municipales y los centros de atención primaria de Osakidetza para atender de manera conjunta a las diversas necesidades de las personas, tal y como recoge la propia Estrategia.

El enfoque comunitario de la estrategia es evidente. Por estos motivos, la elaboración de un Plan Municipal de Prevención del Suicidio es una herramienta urgente y necesaria para poder trabajar y actuar desde el ámbito comunitario.


Recursos de salud mental en los últimos 25 años
En los últimos 25 años han cambiado mucho los recursos de salud mental con los que contamos en el País Vasco. En un principio, los recursos para la salud mental consistían en tres hospitales psiquiátricos: Hospital de Bermeo, Hospital de Zaldibar y Hospital de Zamudio. Sin embargo, hay un cambio importante cuando se ponen en marcha los servicios de psiquiatría en los hospitales de Basurto, Galdakao y Cruces. Además, se desarrolla una extensa red de centros de Salud Mental. Del mismo modo, se ha desarrollado una importante red de recursos intermedios (sobre todo centros y hospitales de día). Estos recursos intermedios se suelen utilizar como alternativas a la hospitalización.

Un gran hito ocurre en 2010, año en el que se crea en el área sanitaria de Bizkaia la Red de Salud Mental de Bizkaia que integra, bajo una gerencia única al Hospital de Bermeo, Hospital de Zaldibar, Hospital de Zamudio, Centros de Salud Mental (que atienden psiquiatría general, infantil y adicciones), Hospitales de Día y equipos de Tratamiento Asertivo Comunitario. Sin embargo, esta Red de Salud Mental no integra a los Servicios de Psiquiatría de los Hospitales de Basurto, Galdakao y Cruces (aunque si trabajan de manera coordinada).  


Datos generales sobre la salud mental en la CAPV
De forma general, podemos decir que, en los últimos años, el volumen de personas que necesitan asistencia sanitaria por un problema de salud mental ha experimentado un crecimiento. Entre 2015 y 2019, ha crecido en un 5,2% el número de personas atendidas por la red de salud mental en Euskadi. La Red de salud mental de Osakidetza ha incrementado su actividad superando por primera vez los 95.000 pacientes durante el año 2019.

Además, las necesidades de la población en atención a la salud mental se han incrementado en un 8,5% en 2022 . Ello ha llevado a la Red de Salud Mental de Osakidetza a atender en 2021 más de 1 millón de consultas.


Infancia
En cuanto a la infancia, cabe destacar que, el perfil de la población infantil y juvenil que presenta algún problema de salud mental cada vez es más joven y cada vez presenta trastornos que tienen una mayor gravedad. Tenemos muchos motivos para poner nuestra atención en la salud mental de los más pequeños. Las cifras hablan por sí solas.

Además, cada vez hay más consultas de centros escolares en relación con problemas de salud mental en alumnado menor de 9 años.

Uno de los trastornos del desarrollo que más se diagnostica es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Como todos sabemos, el TDAH ha generado y sigue generando gran controversia. En torno a un 5% de las personas menores de edad que desarrollan este trastorno ven afectadas su conducta y comportamiento.

Otra de las problemáticas más grandes a la que nos enfrentamos en la infancia es la de los trastornos generalizados del desarrollo (TGD). Generalmente, el TGD se tiende a diagnosticar a gran parte de los niños que presentan dificultades severas para comunicarse o interactuar.

Entre los trastornos emocionales, los síntomas más frecuentes que presentan las personas menores de edad están las somatizaciones que se deben a dificultades emocionales (como, los problemas digestivos, cefaleas, problemas en la piel…), además de la ansiedad, depresión, aislamiento y fobia social.

Asimismo, las dificultades de adaptación al entorno social, acoso escolar, abusos o la falta de inclusión social también son factores susceptibles de producir trastornos emocionales severos.

Un punto de gran relevancia es que sabemos que algunos de estos trastornos son evitables o corregibles y que las consecuencias negativas de gran parte de ellos pueden reducirse enormemente con la intervención adecuada. La Atención Temprana precisamente es necesaria porque permite prevenir y tratar estos problemas desde el primer momento en el que se detecta alguna dificultad.

Por último, cabe destacar que, en general, las niñas suelen presentar más trastornos emocionales y los niños más trastornos de conducta y trastornos del neurodesarrollo.

 La salud mental en adolescentes y jóvenes de la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV)

Entre la población adolescente y joven con problemas de salud mental destacan los trastornos de conducta. Además, es importante tener en cuenta que la depresión en la población infanto-juvenil se manifiesta de manera diferente en comparación con la población adulta. De hecho, los problemas de conducta son uno de los principales signos de alerta a tener en cuenta.

Las personas adolescentes y jóvenes con problemas de salud mental también pueden presentar trastornos de la personalidad, cuadros depresivos o descompensaciones debido a enfermedades mentales y patologías duales. Hablamos de patología dual cuando ocurren a la vez un trastorno de adicciones y un trastorno psiquiátrico. En este sentido, el consumo de drogas representa un factor que habitualmente genera tanto episodios psicóticos y depresivos, como alteraciones de conducta.

Por otro lado, el Observatorio Vasco de la Juventud analiza los datos de una encuesta realizada en diciembre de 2021 a 4.356 jóvenes de Euskadi de entre 15 y 29 años. Es importante el apartado que hace referencia a la importancia que las personas jóvenes conceden a diferentes aspectos en su vida, así como la satisfacción que sienten respecto a esos mismos aspectos. En una escala de 0 a 100 la juventud vasca concede una importancia de 71 puntos, de media, a la imagen física y muestra una satisfacción con su propia imagen física de 70. Es decir, en general, muestran un balance equilibrado, con una pequeña diferencia de -1 punto.

Si observamos los datos en mayor detalle, las mujeres jóvenes dan más importancia que los hombres a la apariencia física (72 y 70 puntos, respectivamente), pero se muestran menos satisfechas que ellos con su propio aspecto, por lo que el balance es negativo en el caso de las mujeres (-3 puntos), mientras que entre los hombres es positivo (+2). Aunque un dato positivo es que a medida que aumenta la edad se va concediendo menos importancia a la imagen física.


Adultos
En lo referente a las personas adultas, uno de cada diez vascos tiene diagnóstico de ansiedad u otros trastornos neuróticos. Unos datos muy alarmantes. Las mujeres son, en general, mucho más propensas a padecer estos trastornos que los hombres. En concreto, la prevalencia de depresión fue casi tres veces mayor en mujeres que en hombres. También es verdad que en este estudio en concreto no se medían otros indicadores en los que los hombres suelen puntuar más alto que las mujeres (como adicciones o trastornos de la conducta).

Por otro lado, el estatus socioeconómico actuó como protector, es decir, el predominio de ansiedad y trastornos relacionados disminuía con el aumento del nivel socioeconómico.

Tenemos una gran labor en la CAPV para cuidar la salud mental. Los recursos públicos y gratuitos han aumentado en los últimos años, siguen siendo insuficientes. Prueba de ello son los pacientes que acaban siendo atendidos en la privada cuando no han obtenido la atención que necesitaban en la sanidad pública.