Hace poco más de diez años del último suicidio de una ciudadana baracaldesa que iba a ser desahuciada por una entidad financiera. Desde entonces en Barakaldo 2.000 familias han debido de abandonar sus hogares por impagos de hipotecas o alquileres, una media de casi cinco familias por semana.
El drama se viste de muchas maneras para justificarlo o mirar hacia otro lado desde el equipo de gobierno del Ayuntamiento. La falta de información sobre los derechos, cláusulas abusivas, la vergüenza a reconocer que están en un delicado momento económico, el abuso bancario que no facilita la negociación o los grandes tenedores de viviendas con altos alquileres, han propiciado la mayor parte del desestimiento a luchar y abandonar dramáticamente sus hogares.
El recorte económico de prestaciones sociales como las Ayudas de Emergencia Social (AES) y a la inexistencia en Barakaldo de una política real de acceso a la vivienda enfocada al alquiler social, sustentan la desidia de un equipo de gobierno que sigue sin incluir ni siquiera en elecciones unas promesas sobre un tema tan candente como son los desahucios
El paro en Barakaldo se sitúa casi en el 10 % del total de habitantes, una cifra récord que advierte sobre el agravamiento y la rápida progresión que va a cobrar en los próximos meses la palabra desahucio.
Si a ello unimos la subida del interés de las hipotecas que se traducen en impresionantes cuotas mensuales , los datos corroboran la necesidad de crear un punto de intermediación, no teórico sino práctico, desde el Ayuntamiento.
Desde el departamento de intermediación municipal, se velaría por el cumplimiento del protocolo antidesahucios y el acatamiento de las resoluciones de Europa que garantizarían un alojamiento a las familias expulsadas de sus casas. Además de hacer cumplir las sentencias que desde Europa señalan la negligencia de la justicia española a la hora de aplicar sentencias favorables a las entidades bancarias durante los últimos 25 años.
Que a nadie se le olvide que el rescate bancario ha costado 60.000 millones de euros y no se ha recuperado más que una mínima parte. De ese rescate bancario, además de las entidades financieras, se han aprovechado los “fondos buitre” a los que las entidades financieras han vendido las supuestas deudas y han conseguido más liquidez, sin devolver nada del rescate y maquillando sus números para que los presidentes, consejos de dirección y altos directivos cobren cantidades desorbitadas por su negligente gestión.
El gobierno ahora controla la Sareb, el “banco malo” que se creó en sociedad, en sus inicios, con las propias entidades financieras rescatadas. Ahora viendo que aquellos socios han vuelto a ser negligentes, se apoya en otras sociedades que poco o nada aportan para normalizar un parque de viviendas sociales destinados a paliar el drama sobre el que se han lucrado numerosas entidades financieras. La guinda a tan dramático pastel, la ha puesto la propia Europa que desde su banco europeo ha permitido que durante mucho tiempo y a interés cero los bancos llenen de dinero sus alforjas porque es importante el mantenimiento de las entidades financieras para que siga funcionando el sistema, según los responsables políticos.
Entre lo público y lo privado, el drama ahí ha quedado. Y nosotros desde el Partido de Acción Solidaria Europea + Solidaria Barakaldo, nos preguntamos si esto es una cuestión de puertas giratorias o prebendas en créditos o financiaciones porque sólo así se explica el avance tan impresionante de desahucios con una inexistente intermediación política, que es la que planteamos. Un centro coordinador en el municipio que gestione todas las intermediaciones entre las entidades bancarias y grandes tenedores de viviendas para frenar con argumentos jurídicos y sociales la impresionante sangría que sufren las familias de Barakaldo.