Durante la inspección del local, los policías detectaron la presencia de 186 personas, cuando el establecimiento tiene permitido, según el título habilitante, un aforo máximo de 83.
La gran cantidad de personas presentes en el interior del local constituía por sí misma un grave riesgo para la seguridad, ya que apenas quedaba espacio para poder moverse, lo que suponía un peligro en el caso de tener que desalojar el recinto. El hecho podría constituir una infracción muy grave de la Ley de Espectáculos Públicos, que recoge multas de entre 30.001 y 150.000 euros.