Valoramos enormemente la convivencia en los barrios. Sólo a través de ésta podemos sentir el bienestar que produce desarrollarnos en una comunidad bien cohesionada. Por eso, ahora también, queremos ser muy claras. En primer lugar, queremos enviar un mensaje inequívoco de comprensión y de cercanía al vecindario afectado, conscientes del efecto que estos incidentes contrarios a la vida en común han generado en sus vidas a lo largo de estos meses.
Desde que constatamos la existencia de esta situación nos hemos esforzado en conocer en profundidad las características del conflicto, exigir una respuesta institucional a quién corresponde y plantear posibles alternativas a desarrollar en la zona. Siempre en coordinación con vecinas, vecinos y otros grupos políticos del Ayuntamiento.
Conflicto de gran complejidad, acrecentado por la inacción
Es ya evidente que nos encontramos ante un problema de gran complejidad, con capacidad para erosionar las relaciones en el vecindario y la salud física y emocional de las personas. Se trata de un conflicto en el que confluyen factores de tipo económico, social, educativo, de seguridad ciudadana y convivencial entre otros; y que ha sido acrecentado por la inacción institucional. Así, con total rotundidad, denunciamos que ha sido la inacción política del gobierno municipal el ingrediente imprescindible para que este conflicto haya llegado hasta este punto. Quizá alguien pensó en algún momento que no hacer nada y dejar pasar el tiempo podría ser una solución… Pero en una situación en la que la relación en el vecindario se caracteriza por la hostilidad, dejar pasar el tiempo nunca es una buena opción.
Nosotras creemos que la solución a los problemas de convivencia en los barrios pasan por que se den varias condiciones:
La primera de ella es la voluntad política de la administración pública por aportar positivamente de manera que la comunidad sea capaz de reestructurar sus relaciones.
La segunda es desarrollar un proceso de mediación con el objetivo de restaurar la convivencia a través de la gestión transformadora del conflicto; así como la elaboración de una programación para la promoción de la convivencia que contemple medidas concretas en los diferentes ámbitos que condicionan esta situación: vivienda, empleo, convivencia y cohesión social, acción social, seguridad ciudadana… Es por eso que instamos a todas las fuerzas políticas con representación municipal, cada una desde la responsabilidad que ostenta, a que agilicemos este proceso, más si cabe en vista de todo el tiempo perdido.
La tercera es establecer los mecanismos de coordinación necesarios entre todas las áreas para que la intervención pueda resultar eficaz. Creemos que una buena herramienta sería la creación de una mesa de coordinación inter-áreas y una mesa de seguimiento con representación institucional, política y vecinal a través de la cual evaluar y orientar la intervención.
No quiero acabar este escrito sin transmitir nuestra profunda preocupación por la deriva que se está adoptando por parte del ayuntamiento de Barakaldo a la hora de entender los conflictos de base social como cuestiones de pura seguridad ciudadana, y por tanto a tratar de resolverlos a través de la intervención exclusivamente policial.
Quiero hacer público este escrito por responsabilidad política, dada la trascendencia del asunto. Y teniendo en cuenta la situación de pre-campaña en la que nos encontramos, y tal y como ya hice en el pleno del pasado jueves, quiero reiterar al resto de grupos políticos que actúen en consecuencia y renuncien a hacer un uso partidista a la hora de abordar una cuestión tan importante como la que nos ocupa.
En estos días nos jugamos la convivencia del presente y también la del futuro. En Gurutzeta, sí; pero también en el resto de Barakaldo. Actuemos pues con la responsabilidad y la diligencia que requiere el momento.
María Solar.
EH Bildu Barakaldo.
