Remarcarona que con la movilización social permanente consiguieron parar el 0,25%, superar incluso el IPC dos años, mejorar el porcentaje correspondiente a las pensiones de viudedad, impedir que se aplicara el factor de sostenibilidad, incluso la actualización del 8,5% para el 2023 no se puede explicar sin la contestación y presión social que ha mantenido el movimiento de pensionistas vasco y del resto de la comunidades y pueblos del Estado español.
Aunque aún lejos de conseguir que se les reconozca la subida del IPC de los años 2021 y 2022, con el abono de los correspondientes retroactivos; una pensión mínima de 1.080 euros, o que al menos que se acerque mucho a esa cantidad; o el 100% para la pensión de viudedad. Con la actualización del 8,5% para el 2023, no recuperan el 12,5% que venían perdiendo desde el 2011, ni los retroactivos correspondientes al 2021 y 2022, a lo que habrá que sumar el IPC que conozcamos en el 2023.
Tampoco se ha conseguido la eliminación de los coeficientes reductores de las personas jubiladas anticipadamente ‒aunque lo fueran forzadas‒ después de 40 años de cotización, aunque se alegran de la ADMISION A TRÁMITE EN LA COMISIÓN EUROPEA LA DEMANDA DE ASJUBI/40.
Así mismo saludan a la nueva plataforma por la Sanidad Pública creada en Barakaldo (BOPA)
La semana pasada, cerca de un centenar de personas, entre ellas pensionistas del pueblo, se concentraron convocados por sindicatos, colectivos sociales y asociaciones vecinales para presentar el nacimiento de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Barakaldo, BOPA. Abierta a la participación de cuantas personas lo deseen.