La sentencia se acaba de conocer aunque los hechos datan del 23 de julio de 2021, cuando el ahora condenado atacó a la víctima "causándole hematoma por mordedura que ha tardado en curar tres días no impeditivos para sus ocupaciones habituales". El fallo del tribunal no detalla los motivos que el mordedor ha presentado para sostener que se estaba defendiendo.
El agresor ha intentado que la justicia le liberase de la pena, pero los jueces lo han desestimado. "El recurrente alega la existencia de un error en la valoración de la prueba argumentado que se debió apreciar la eximente de legítima defensa pero la cuestión es que no existe prueba alguna de que concurran las circunstancias previstas para la aplicación de la eximente alegada", indica la resolución.