“Devilvery” es el trabajo con el que Meritxell Ahicart (1992) se ha alzado con el Premio Baffest 2022. “Estoy muy muy feliz. Doy la enhorabuena a mis compañeras finalistas por sus trabajos tan honestos. El premio es un doble mérito para mí por el nivel del certamen. BAFFEST es un festival que rebosa amor, es otro nivel”, ha declarado.
Por su parte, Tania Basterretxea (1984) ha obtenido el Premio Barakaldo con su trabajo “Apegos feroces”. En sus palabras, “me encuentro muy contenta, me llevo muchas cosas del festival aparte del premio. Se genera un sentimiento de comunidad que es un lujazo y un gusto. No me esperaba para nada ganar”.
• MERITXELL AHICART (Castellón, 1992) - Premio BAFFEST 2022
“A partir de marzo del año 2020, la forma de vida que conocíamos cambió, el Estado de Alarma dio pie a una cuarentena donde hubo que encerrarse en casa a excepción de las y los trabajadores esenciales”.
Fue entonces cuando Meritxell Ahicart empezó a trabajar en el reparto de paquetes para una gran multinacional. “Devilvery” es la digestión de aquella etapa. Imágenes que tratan de reflejar la visión privilegiada y curiosa del exterior y, a su vez, atestiguar el escenario de precariedad que las constituyen. Esta experiencia laboral situada en la esfera pública conceptualiza fotografías y vídeo-creaciones como parte de un proyecto artístico consecuencia de la agotadora y repetitiva tarea de trabajar como repartidora de paquetería. Sin ni siquiera tiempo ni herramientas, resulta poderoso usar el teléfono de la empresa para satisfacer las licencias creativas. De manera acotada, para la autora esas pequeñas conquistas diarias del momento suponían un mundo.
“Devilvery” cuenta, por lo tanto, con una serie fotográfica, dos obras audiovisuales: ‘Homenaje a Jon Mikel Euba’ y ‘DingDong Symphony’, además de un artefacto editorial en una caja de cartón publicado por Polvora Verlag que contiene las diferentes apuestas artísticas resultado de dicha experiencia.
• TANIA BASTERRETXEA (Bilbao, 1984) - Premio BARAKALDO 2022
“Cuando este proyecto empieza a gestarse, apenas tengo recuerdos de infancia. Mis recuerdos son habitaciones cerradas. Me embarco entonces en un proceso de búsqueda y asimilación. A partir de fragmentos difusos, voy redimensionando los recuerdos, reconstruyendo mi historia y tejiendo una red de cargas y duelos que descubro que van más allá de mi propia experiencia”. A través de “Apegos feroces”, la artista explora los vínculos y la transmisión intergeneracional del trauma. A través de la fotografía, desvela la construcción de su propia identidad y el modo en que, de manera inconsciente, el entorno, los sistemas de apego y las heridas personales y familiares han impactado en su cuerpo y narrativa vital.”