Tales peticiones se manifiestan en un informe que el Movimiento Pensionista ha elaborado, haciendo un balance de la evolución de los servicios bancarios en los últimos años, y que en el día de hoy harán llegar a las principales entidades bancarias de las cuatro capitales vascas, así como a la Federación Navarra de Municipios y Concejos, a Eudel y a las cuatro Diputaciones.
Según dicho informe, lo que en principio fueron las Cajas de Ahorro ofrecían la socialización del crédito y la posibilidad de acceder al mismo por parte de clases populares y familias. 100 años después, se ha convertido en Bancos clásicos, cuyo objetivo es el beneficio económico y no ofrecer un servicio público.
Siguiendo el hilo argumentativo de dichas fuentes, las consecuencias de dicha bancarización y privatización del servicio son hoy en día, la desaparición de sucursales (600 en Euskal Herria, sobre todo en los pueblos pequeños), restricciones horarias en la atención presencial, cierre de numerosos cajeros automáticos, cierre de otros servicios, (guarderías, Hogares de Pensionistas,…) y la reducción de trabajadores del sector: 120.000 menos en el Estado Español, desde 2008. Pensionistas considera estos datos “paradójicos”, contrastados con los “escandalosos beneficios” declarados por la propia banca en los últimos años.
El efecto de dicho cambio de filosofía es una mayor dificultad de la ciudadanía en general, y del pensionariado en particular, para acceder a su propio dinero. Pensionistas no considera justo que a pesar de este deterioro del servicio, se haya mantenido, incluso aumentado, el número y la cuantía de las comisiones bancarias. Reconocen, sin embargo ciertas mejoras en lo tocante a la atención presencial.
Así lo denunciaron en sendas mociones que han presentado en 187 ayuntamientos, (en Barakaldo, el 30 de marzo), en las que se pedía que las instituciones solicitasen a la banca la corrección y mejora de tal situación, así como pasos significativos a favor de crear una banca pública como única garantía del acceso a servicios bancarios por parte de las mayorías populares, como al principio. La moción fue admitida en 121 ayuntamientos de Euskal Herria, que representan a 856.000 habitantes (30 % de la población vasca), lo cual, según pensionistas “..legitima nuestra lucha”.
Hicieron un llamamiento a los y las presentes para que acudiesen a las próximas movilizaciones: 1 de octubre, día de las personas mayores, en Bilbao a las 12:30 (Plaza Moyua)
También llamaron a apuntarse en el bus para llevar al Parlamento de Madrid el próximo 15 de octubre las firmas recogidas a favor de las reivindicaciones del colectivo: revalorización de las pensiones en base al IPC real, con una compensación por el valor adquisitivo perdido y con un suelo de 1080€, sin brecha de género,… entre otras.
Se citaron para el 3 de octubre en la Herriko plaza.