“El agravamiento de las condiciones socioeconómicas de las familias de la localidad ha provocado que el punto alternativo de información sobre prestaciones sociales se vea un año más desbordado sin que el Ayuntamiento de Barakaldo o el Gobierno vasco hayan puesto medios para gestionar las demandas de información en estos tiempos de pandemia y de inflación desbocada”, han subrayado desde la plataforma.
El punto alternativo de información sobre derechos y prestaciones sociales que gestiona Berri-Otxoak es un recurso totalmente gratuito que funciona presencialmente los lunes de 11.00 a 13.00 horas en la calle San Antonio n°8 y telemáticamente a través de la dirección electrónica berrietxea@nodo50.org o a través del teléfono 650 25 46 67.
En el balance anual publicado hoy por la plataforma, han constatado que las consultas son realizadas mayoritariamente por mujeres (62%), por lo que "consideramos el cumplimento del derecho de información a la ciudadanía por parte de las instituciones un indicador veraz del grado compromiso por la igualdad que éstas realmente tienen", han sentenciado.
Por grupos de edad, las consultas fueron realizadas en un 37% por personas entre 45 y 65 años, el 30% tenían entre 30 y 45 años, el 21% eran mayores de 65 y el 12% tenían entre 22 y 30 años.
Atendiendo al perfil socioeconómico, los datos desmontan el extendido discurso de "la gente vaga" y "la paguita" que cada día cobra más fuerza en las políticas a adoptar, ya que "el 42% de las consultas han sido de personas con un empleo precario", seguidas de las realizadas por pensionistas (26%), "cuyo cuidado por parte de las instituciones deja mucho que desear". El 17% y el 15% restantes fueron realizadas por personas desempleadas el último año y de larga duración respectivamente.
En lo referente a la temática de las consultas, “como ya es habitual, destacan por encima de todas las demás las denuncias por las malas prácticas de Lanbide en la tramitación del acceso a las prestaciones sociales, en especial, la RGI, suponiendo el 44% de las consultas recibidas”, han relatado.
Otro 39% son peticiones de información sobre las ayudas de emergencia y las ayudas económicas municipales que tramita el Ayuntamiento de Barakaldo, así como faltas de atención a situaciones de desahucios, acceso a vivienda digna o problemas asociados a la carencia de ingresos para cubrir los gastos de alquileres e hipotecas, que "se han exacerbado tras la pandemia y la altísima inflación".
Destacan asimismo las consultas relacionadas con el Ingreso Mínimo Vital (IMV) (11%), el cual acumula 101 quejas por incumplimientos en su acceso. Por último, un 6% versan sobre subsidios y prestaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
En lo que respecta a los medios de contacto, “debido a la pandemia del covid 19, la atención telefónica ha pasado a ser el medio más habitual de contacto, copando el 43% (395) de las consultas, mientras que las presenciales fueron el 41% (376). Por otra parte, las electrónicas, siendo las menos habituales con un 16% (147), aumentan progresivamente cada año”, ha declarado Berri-Otxoak.
En la mayoría de familias de Barakaldo hay una persona con un trabajo en malas condiciones (21.400 personas) o desempleada (13% de la población activa) y entre la desempleadas el 67% (4.105 personas) no recibe ningún tipo de ingreso, subsidio o prestación, lo que sitúa al municipio en el de mayor riesgo de pobreza en Euskadi (10,1%) de entre las localidades vascas de más de 50.000 habitantes.
"A la vista del balance que refleja esta situación, interpretamos las políticas institucionales implementadas y anunciadas como una ataque frontal a la población trabajadora más desfavorecida", han sentenciado desde Berri-Otxoak.
Y es que tanto los recortes del 24% en el presupuesto de las ayudas económicas municipales y de acceso a las ayudas de emergencia social por parte del Consistorio, como el recorte presupuestario de estas últimas por parte del Gobierno vasco tras el traspaso de competencias del IMV ahondan en unas desigualdades que tras el despegue de la inflación comienzan a poner en entredicho la paz social.
Berri-Otxoak surgió hace tres décadas, el 12 de agosto de 1992, y en sus 30 años de existencia ha destacado por sus movilizaciones por el derecho a una vivienda digna, contra la especulación y los desahucios, y contra los recortes, la precariedad y la pobreza. El colectivo mantiene además desde el 17 de noviembre de 1997 una oficina de información sobre ayudas sociales, por la que han pasado casi 15.000 familias.