Apenas habían transcurrido 48 horas desde que el miembro de ETA Javier García Gaztelu 'Txapote' había disparado dos veces en la cabeza al concejal del Partido Popular de Ermua Miguel Ángel Blanco. El asesinado tenía 29 años, lo habían secuestrado cuando acudía a su trabajo el 10 de julio. La organización terrorista amenazó con quitar la vida al joven si no se "acercaban" los presos de ETA antes de las 16 horas del sábado 12 y lo hizo. La banda dejó de matar en 2011, tras causar al menos 864 muertes, al menos 16 de ellas de barakaldeses y en Barakaldo.
En pleno verano, la ola de indignación se extendió por toda España, incluido el País Vasco y también Barakaldo. El pleno del Ayuntamiento aprobó el 14 de julio que no habría bajada de pregón de los cármenes sino que, en esa jornada del día 15, se realizaría una manifestación.
La marcha estuvo encabezada por los políticos locales y una pancarta con el lema 'Aski da. Basta ya'. Los manifestantes iniciaron la movilización a la altura del conservatorio municipal de música, tras la lectura del comunicado de la Mesa de Ajuria Enea por parte de dos ediles del PP.
"Abandonada del Pueblo, ETA sigue teniendo cómplices entre nosotros. Menos que ayer, sin duda, pero todavía demasiados. Hoy queremos denunciarlos. Se llaman Herri Batasuna. Todos hemos escuchado estos días su clamoroso silencio. No podemos no considerarlos cómplices de este vil asesinato. Y así lo denunciamos", señalaba aquel texto de todas las fuerzas políticas menos la izquierda 'abertzale'.
La protesta alcanzó unas dimensiones nunca vistas. La estimación oficial fue que había entre 60.000 y 65.000 personas. La cifra es improbable, pero la marcha sí reunión a decenas de miles de personas. Cuando la cabecera de la manifestación, tras recorrer Gernikako Arbola y la avenida de la Libertad, llegó a las 20.10 horas al parque de los Hermanos, aún quedaban personas por iniciar la marcha en la avenida Miranda.
"No son vascos, son asesinos», "Hay que borrar las pintadas de HB", "Asesinos", "Con estas manos los vamos a parar", "Miguel Ángel somos todos" o "HB kanpora" son algunas de las frases que se corearon durante una protesta que, días después, el concejal delegado de Cultura, Fernando Bustamante, del PNV, calificó de "bajada de inicio de fiestas" y dijo que había sido "la más importante de toda la historia de Barakaldo, marcando un hito importante". "Se hablará de un antes y un después de la bajada de 1997", añadió el edil nacionalista.
Poco después de terminada la marcha oficial, miles de personas empezaron en torno a las 20.20 horas a congregarse en la plaza de Santa Teresa, en donde estaba la sede de Herri Batasuna, la Herriko Taberna. Cinco furgonetas de la Ertzaintza con agentes con material antidisturbios, además de decenas de policías municipales, tuvieron que acudir para proteger el lugar.
Un centenar de simpatizantes abertzales se colocaron en el exterior del bar con una pancarta con la frase"Euskal Presoak, Euskal Herrira". Enfrente, algunos manifestantes les lanzaron globos de pintura y agua, así como huevos y una botella. En paralelo, a las 20.45 horas, cientos de personas se cercaron al bar Mellid, de la calle Merindad de Uribe, y rompieron uno de sus cristales.
Pasadas las 23.00 horas se produjeron dos conatos de linchamiento cuando parte de los manifestantes empezaron a perseguir a dos parejas. Una mujer y un varón de edad avanzada recibieron algunos golpes y, tras ser protegidos por la Ertzaintza, fueron trasladados posteriormente por una ambulancia de Cruz Roja.
Una segunda pareja se tuvo que refugiar en un portal de la avenida de la Libertad debido al acoso de cientos de personas. El cerco levantó después de que un agente de la Ertzaintza advirtiera a los manifestantes: "Esta gente no es de HB. Vais a hacer algo de lo que os vais a arrepentir". Tras horas de tensión en Santa Teresa, la multitud se disolvió.
Herri Batasuna hizo como que la masiva marcha no le afectaba y contraatacó tres días después denunciando en público y ante la justicia los insultos, amenazas de muerte, agresiones, pintadas y daños. "Son ataques fascistas contra el abertzalismo y el independentismo planificadas por convocatorias oficiales de los partidos del Pacto de Ajuria Enera, que promueven y aplauden la violencia", dijeron.
"La izquierda abertzale está ahora más unida que nunca", aseguraron, al tiempo que señalaban que las manifestaciones respondían al "enfrentamiento entre el proyecto vasco y el español", hablaban de la "complicidad" de la Ertzaintza y de la «"distorsión" de los medios de comunicación. Según dijeron, a las protestan habían acudido ciudadanos "engañados", el "españolismo puro y duro", "ertzainas de paisano" y las "nuevas Generaciones del PP de la Margen Derecha".
El coordinador de Gestoras Pro Amnistía en Bizkaia, Agustín Figal, hizo además un llamamiento a los 'abertzales' para autodefenderse "con todos los medios que tengan a su alcance". El dirigente del movimiento de apoyo a los miembros de ETA encarcelados acusó al PP de "apostar por la vía de la guerra y pasar totalmente del diálogo". Tras la masiva protesta, la izquierda 'abertzale' dijo que en días posteriores hubo ataques tanto a personas como a locales.
Desde aquel 15 de julio de 1997, en que decenas de miles de personas mostraron su indignación por el asesino por parte de ETA de Miguel Ángel Blanco, el Ayuntamiento de Barakaldo ha realizado periódicos actos de recuerdo. Este 2022, al cumplirse un cuarto de siglo del crimen, pese al llamamiento de la Federación Española de Municipios y Provincias, no ha habido ninguno oficial.