La iniciativa pretende sacar a la calle, de una manera más evidente si cabe, las reivindicaciones de este colectivo que no son otras que la defensa de un sistema de pensiones públicas, dignas y suficientes; con un sistema de revalorización anual ligado al IPC real, una pensión mínima complementada por las instituciones vascas de hasta 1080 €, según recomienda la CSE; además de unos servicios socio-sanitarios igualmente universales y de carácter público.
Llaman a secundar esta iniciativa, especialmente la etapa de Barakaldo, con su presencia a todos los y las pensionistas del pueblo; pero añaden: “la lucha por las pensiones también afecta a las y los actuales trabajadores, porque acceder a una jubilación digna, es un derecho de todos y todas. Por ello, llamamos a trabajadores, hombres mujeres y jóvenes a que participen.”
La iniciativa coincide en el tiempo con el debate y más que probable aprobación el próximo día 9 en el Congreso de los Diputados de Madrid, del Proyecto de Ley para el Fomento de los Planes de Pensiones de Empleo, (la llamada segunda parte de la reforma de las pensiones), que trata de privatizar total o parcialmente la gestión de las mismas; estableciendo un sistema dual en el que una parte mínima de la cotización de los y las trabajadoras iría a parar a la actual Seguridad Social, pero la parte más sustanciosa de dicha cotización, incentivada fiscalmente, iría a fondos de pensiones privados, abriendo así la puerta a la privatización del sistema; algo CONTRA lo que el Movimiento de Pensionistas vasco y estatal se han pronunciado repetidas veces.
Los y las portavoces pensionistas hacen un llamamiento a los partidos vascos a que desactiven con sus enmiendas y con sus votos dichos planes pues ello supondría el inicio de la privatización del sistema de pensiones, aumentaría la desigualdad en las percepciones ya que no todos podrían cotizar a las dos bolsas y disminuirían los ingresos públicos.
Otro de los portavoces rebatió la idea de que el sistema de la Seguridad Social no es sostenible; “mantra” o idea repetitiva que representantes de gobiernos, patronales y Banca vienen repitiendo últimamente, como justificación de las actuales reformas. Pensionistas insiste en que no son las pensiones quienes hacen temblar las arcas del Estado, sino otros gastos y despilfarros como el mantenimiento de una monarquía arcaica y corrupta (sic); el mantenimiento y permisividad con la rapiña de la Iglesia Católica (Inmatriculaciones); presencia y gastos militares a costa de servicios y derechos civiles como sanidad vivienda, educación; disminución de ingresos por casos de corrupción o de una fiscalidad amable con las grandes fortunas… etc.
Advierten que en ocasiones anteriores ya difundieron la idea de que si la sociedad no aceptaba ciertos sacrificios el desastre sería inevitable: privatizar Telefónica o Euskaltel para evitar la ruina. Instaurar la energía nuclear para evitar el apagón; ajustarse el cinturón para salvar las diferentes crisis, la guerra… “Ni en el pasado hubo desastre ninguno, ni las pensiones son, hoy día, la causa de las actuales crisis.” concluyen.
Por lo tanto llaman a seguir movilizándose en defensa de las pensiones públicas tal y como las conocemos por ser el sistema que mejor garantiza la justicia y la igualdad. Se dieron cita para el próximo lunes 13, en la Herriko Plaza de Barakaldo.