Y ahora durante el mes de diciembre y con la llegada de las Navidades vuelven a cerrar, como se hizo el verano pasado, muchos centros de salud a las 17 horas en vez de las 8 de la tarde como es lo habitual. Aquí en la OSI Barakaldo-Sestao afectaría al de Markonzaga y durante algunos días al de Arteagabetia.
Un recorte a los derechos de la población, ya que supone reducir la actividad del recurso sanitario más próximo a la ciudadanía y fundamental para su salud.
Estas medidas suponen un problema añadido a la dificultad que ya tenemos para acceder a una atención presencial sin filtros impuesta por la consejera de salud a pesar de ser fundamental en la elaboración de un buen diagnóstico.
PRESCINDEN DE 4.000 REFUERZOS
Otro punto importante que resaltar dentro de la política de reducción de gastos es que ante un breve respiro que dio el covid, decidieron eliminar los 4.000 refuerzos que habían contratado al comienzo de la pandemia.
Esta decisión irresponsable, contraria a toda lógica, sólo se explica desde la obsesión de la Administración por el ahorro económico ya que mientras se despide a 4.000 trabajadores/as:
• Por una parte, se han reducido los rastreadores. Según fuentes sindicales han pasado de 700 personas a no más de 60 personas en la actualidad. Osakidetza combate la sexta ola despidiendo a unos trabajadores/as que fueron considerados imprescindibles en las olas anteriores.
• Y, por otra parte, durante la pandemia se han duplicado las listas de espera, y recientemente Osakidetza ha decidido retrasar-posponer las consultas que no revistan especial urgencia y el seguimiento de pacientes con enfermedades crónicas para priorizar la atención de las personas con covid.
Osakidetza ha optado por hacer frente a la pandemia recortando la Atención Primaria. Una AP que ahora está exhausta. Tanto que los sindicatos han anunciado concentraciones en todos los centros de salud para el 22 de diciembre en la CAV.
El gobierno vasco no da pasos para solucionar los graves problemas señalados. Todo lo contrario. En los presupuestos para el 2022 gastará 16 millones de € menos que lo gastado en el 2021. Deteriorando la sanidad pública abren la puerta a la avaricia y codicia de la sanidad privada ya que provocan que sectores crecientes de la sociedad, sientan la necesidad de acudir a la sanidad privada, aquellos que pueden permitírselo, claro está.