Así, recuerdan que el Gobierno Vasco y las Diputaciones tienen, a diario, la oportunidad de
demostrar su compromiso real en la lucha frente a la brecha salarial: en el Museo Guggenheim -en
huelga desde el 11 de junio-, donde forman parte del Patronato que condena a la miseria a las
limpiadoras; en la limpieza de comisarías y juzgados, donde condenaron a las plantillas de Gipuzkoa
a 9 meses de huelga en su lucha contra la brecha; en la limpieza de Osakidetza, donde el sindicato
mayoritario lleva años defendiendo una equiparación salarial; o en la limpieza de residencias, donde
el Gobierno Vasco y las diputaciones lucran a empresas privadas, en vez de dar pasos firmes contra
la brecha salarial. Del mismo modo, recuerdan que, cada vez que un colectivo de limpiadoras
anuncia una huelga, el Gobierno Vasco decide imponer unos servicios mínimos que coartan el
derecho a la huelga.
“A cada oportunidad que han tenido, el Gobierno Vasco y las Diputaciones han tomado la decisión
consciente de ponerse de lado de quienes perpetuan la discriminación que hoy dicen combatir”,
concluyen.