En la grabación, el joven, de 35 años, explica que las condiciones laborales y salariales son "mejores" que en el País Vasco y que pagar altos impuestos le compensa por lo que le aporta el Estado. Igor Freire, que llegó al país debido a la crisis económica de 2008, vive en el Estado de Carintia, al sur de Austria, en una ciudad de 70.000 habitantes en Villach, en los Alpes, que vive mucho del turismo de la nieve.