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Elkarrekin denuncia la invisibilización de la violencia machista por parte del PNV


Comunicado. Elkarrekin Barakaldo ha denunciado hoy la inacción del Área de Mujer tras la última agresión machista, lo que, según el grupo municipal, supone la “invisibilización activa de la violencia machista por parte del PNV”. 

Hasta hace poco, cada vez que una agresión machista tenía lugar en Barakaldo, el Ayuntamiento publicaba un comunicado en la web oficial y se unía a la concentración promovida por las asociaciones feministas. Itziar Celis, concejala de la coalición, remarca que esto ya no es así desde que el Área de Mujer, dirigida por la jeltzale Rakel Olalla, aprobó “de manera unilateral” el nuevo protocolo de respuesta ante las agresiones machistas, y tilda esta manera de actuar como “una forma de invisibilizar las agresiones”.

El protocolo que había estado en vigor hasta ahora recogía que, tras cada agresión machista en Barakaldo, se debía convocar la mesa antiagresiones para trasladar la información. Pero, tal y como recuerda la edil del grupo formado por Podemos, Ezker Anitza-IU, Equo-Berdeak e Independientes, “en la última agresión, la mesa no se convocó y no se informó de la agresión, lo que supone la invisibilización de la violencia machista por parte del PNV, responsable del Área de Mujer y del Protocolo”. 

Celis insiste en que “el próximo paso a dar es que la Mesa Antiagresiones decida el Protocolo a adoptar de forma colaborativa entre todos los agentes implicados, y no de forma unilateral por parte del PNV, que construye un Protocolo ad hoc para justificar su pasividad en políticas de Igualdad”. 

La concejala de Elkarrekin Mariví Freire, por su lado, confirma esta “falta de voluntad política” remarcando que la concejala delegada del Área de Mujer, Rakel Olalla, “no haya convocado ni una comisión el año pasado para valorar las decisiones a tomar con el objetivo de que la institución se adaptara a las nuevas realidades que nos ha dejado la pandemia, como por ejemplo la de mujeres y menores conviviendo con sus agresores en pleno confinamiento”. 

Freire considera que el tránsito entre el III. y el IV. Plan de Igualdad se podía haber aprovechado para hacer estas valoraciones, pero “el Área usó de nuevo el silencio como respuesta ante esta y otras cuestiones”. 

Por último, insiste en las “asignaturas pendientes” que tiene el Ayuntamiento “las cuales permitirían que las políticas de Igualdad tuvieran un mayor calado feminista y tranformador”, y pone como ejemplo la necesidad de la creación del Consejo y de la Casa de la Mujer.