“Los gatos callejeros forman parte de nuestro paisaje urbano. Estamos acostumbrados a convivir con ellos. Históricamente han sido los propios vecinos y vecinas quienes cuidaban de estas colonias, sobre todo dándoles de comer, pero la necesidad de cuidar su alimentación y evitar una sobrepoblación felina ha obligado a actuar de una manera organizada”, ha expuesto Delgado en una rueda de prensa ofrecida junto a la colonia que habita en el Jardín Botánico Ramón Rubial.
Según ha explicado Alba Delgado, en Barakaldo a día de hoy 76 personas están autorizadas por el área de Desarrollo Sostenible y Medio Natural para alimentar a las colonias de gatos callejeros existentes en la ciudad. Un Decreto les faculta para realizar esta labor, lo que les aporta seguridad jurídica, ya que la Ordenanza de Limpieza Viaria prohíbe manchar las calles y, por tanto, dar de comer a los animales. Aquellas personas que no están incluidas en esa relación oficial, no pueden alimentar a los felinos barakaldeses.
Los alimentadores poseen también de un carnet que les acredita como personas autorizadas para dar de comer a los gatos. Pero con el chaleco, convenientemente serigrafiado, van a poder ser identificables sin necesidad de enseñar ningún documento. “En ocasiones hay personas que les llaman la atención, por ejemplo por estar en la calle a horas intempestivas. Con esta indumentaria queremos evitar también este tipo de conductas”, ha relatado Alba Delgado.
Lagunak no solo se ocupa de la alimentación de los gastos, sino también del método CES (Captura, Esterilización y Suelta), que ha demostrado ser altamente eficaz a la hora de controlar el crecimiento de la población felina.
Son las personas voluntarias de la asociación animalista quienes se encargan de esta labor, además de alimentar a los gatos. Para desarrollar este trabajo, la entidad cuenta con autorización municipal a través de un convenio firmado con el área de Desarrollo Sostenible y Medio Natural. “La implantación del método CES mejora la calidad de vida de los gatos y su relación con su entorno y las personas que les rodean”, apunta Alba Delgado.
Y es que el control de la natalidad, gracias a la esterilización, estabiliza el tamaño de la colonia. Se quedan los gatos que ya viven en ella pero sin la posibilidad de reproducirse. De esta forma, se reducen las molestias que una colonia demasiado grande pudiera causar a los vecinos y vecinas, y se puede controlar mejor la alimentación de los animales. El CES supone asimismo un control natural de los roedores en aquellas zonas donde se asientan las colonias gatunas.
Delgado ha animado a aquellas comunidades de vecinos que ya se encargan de alimentar a las colonias en sus patios interiores a que se pongan en contacto con Lagunak para incluir a su colonia dentro del método CES.
RECOMENDACIONES PARA LOS GATOS DOMÉSTICOS
Desde el área de Desarrollo Sostenible y Medio Natural se recomienda a todos los vecinos y vecinas que esterilicen también a los gatos domésticos, así como que les implanten el microchip identificativo.
“Con el microchip se facilita la identificación del gato en caso de pérdida y con la esterilización se evita que un felino doméstico extraviado eche por tierra el trabajo que se desarrolla en las colonias urbanas, fomentándose la sobrepoblación de gatos callejeros”, explica la concejala delegada del área.
