Para ello, varias integrantes de la plataforma se han caracterizado de Eduardo Manostijeras, el famoso personaje creado por Tim Burton, para escenificar los recortes "draconianos" que ha alcanzado la gestión de estas ayudas por parte del equipo de gobierno, liderado por la alcaldesa Amaia del Campo (PNV) y el portavoz del grupo municipal Alfredo Retortillo (PSE), los cuales también han sido representados en la escenificación.
El colectivo ha declarado que "pese a que la “Ley 39/2015, del 1 de octubre, de Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas” obliga a la institución a mantener el plazo de solicitudes de AES abierto durante los 12 meses del año, la institución, lejos de renunciar a su privilegio de cerrar dicho plazo durante los meses de noviembre hasta el primer lunes de febrero, se ha tomado la libertad de prolongar el plazo de cierre indefinidamente, hasta nuevo aviso".
La percepción de estas prestaciones se demora hasta siete meses desde su solicitud, tramitación, revisión de expediente y concesión. Suspender el plazo para solicitarlas por un lapso de al menos cuatro meses, implicaba que las familias económicamente vulnerables de Barakaldo no tuvieran ningún ingreso para costear sus necesidades básicas durante casi un año.
Alargar la suspensión de dicho plazo indefinidamente alargará consecuentemente el plazo durante el que las familias de la localidad más vulnerables, empobrecidas y en situaciones precarias estarán sin percibir ningún ingreso. "Este hecho deja patente el lugar que ocupa la necesidad de estas familias en la escala de prioridades del equipo de gobierno local. El mismo equipo que no duda en aumentar sus ya abultados sueldos a la mínima ocasión", ha apostillado la organización.
El Ayuntamiento alega que el motivo de esa demora es que continúa tramitando solicitudes que fueron realizadas el pasado año 2020. La plataforma, no obstante, considera que "el consistorio ha tenido tiempo de sobra para poder hacerlo, ya que el plazo ha estado cerrado desde el 4 de noviembre".
Berri-otxoak considera que "el cierre "ilegal" del plazo de solicitudes de las AES, sumado a las demoras en su tramitación y concesión por parte del equipo de gobierno local, han desvirtuado completamente el carácter de emergencia que define a estas prestaciones."
Berri-Otxoak surgió hace tres décadas, en 1992, y en sus 28 años de existencia ha destacado por sus movilizaciones por el derecho a una vivienda digna, contra la especulación y los desahucios, y contra los recortes, la precariedad y la pobreza. El colectivo mantiene además desde el 17 de noviembre de 1997 una oficina de información sobre ayudas sociales, por la que han pasado 13.000 familias.