En Barakaldo hemos escuchado a la alcaldesa Amaia del Campo diciendo que en tiempos de crisis no se puede dejar a nadie atrás, que hay que cubrir las necesidades de la ciudadanía para lograrlo. Sin embargo, los servicios sociales municipales están saturados. Los bancos de alimentos están bajo mínimos. La RGI, las Ayudas de Emergencia Social, el nuevo SMV, ... se retrasan durante meses. Las órdenes de desahucio vuelven a amenazar a muchas familias… Sin datos actualizados -otra labor pendiente en Barakaldo- la precariedad laboral y el paro van en aumento a un ritmo más que preocupante.
Para no dejar a nadie atrás debemos de garantizar a toda la ciudadanía, servicios públicos de calidad que tengan como objetivo el bienestar social. Necesitamos centrar nuestras fuerzas en mejorar servicios públicos. Para ello es necesario hacer un diagnóstico sobre la realidad que ha dejado en Barakaldo la pandemia, actualizar datos e inyectar presupuestos en aquellas áreas, programas o servicios que más necesiten.
Detectándo necesidades, proponiendo acciones y destinando fondos económicos y humanos. Sólo así podremos evitar situaciones de pobreza generadas por la crisis.
*Iraide Kareaga, trabajadora social y concejal de EH Bildu en Barakaldo