Los hechos comenzaron con un dolor de pierna en abril que no desaparecía, pero el médico de familia no ha atendió en persona ni tuvo en cuenta que en sólo "unas semanas" había perdido cinco kilos, que padecía dolor de estómago y la piel se le había puesto amarillenta.
Ante esta situación, el 18 de junio acudió al hospital universitario de Burgos, pero no la atendieron porque el informe médico inicial afirmaba que era una lumbociatalgia. Así que entró a Urgencias y allí sólo la diagnosticaron tendinitis.
El 20 de junio, ante el agravamiento de su situación, optó por intentarlo en el hospital de Cruces. "Le dijeron que no podía haber perdido tanto peso, que sería cualquier otra cosa y le reprocharon porque se podía contagiar de covid19. Un mes después volvió a ese mismo hospital, la ingresaron en planta y le dieron el diagnóstico fatal: cáncer de colon con metástasis. Falleció el 13 de agosto sintiendo que había peregrinado en el desierto y abandonada como un animal", señala su hermana Lydia Sainz-Maza a eldiario.es
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