Para ello, proponen que se desvíen las inversiones dedicadas a grandes infraestructuras hacia la mejora de dicha línea para responder así a las demandas de los usuarios y usuarias perjudicadas por el estado obsoleto de dicho transporte y las constantes averías y reducción de horarios.
El partido verde de Euskadi reitera la reclamación que ya lanzó en el mes de mayo pidiendo una moratoria en la ejecución de varias infraestructuras hasta comprobar su viabilidad económico-financiera en el escenario post-Covid. EQUO Berdeak pidió paralizar la Y vasca, la Variante Sur Ferroviaria, los accesos del TAV a Bilbao y Vitoria-Gasteiz o el tramo final de la autovía SuperSur, entre otras.
“Sólo la partida presupuestaria dedicada a las obras del TAV asciende a 90 millones de euros. Parte de este dinero podría destinarse a cubrir las verdaderas necesidades de transporte de la ciudadanía, como en este caso, el tren que une Bilbao Y Santander. Los gobiernos vasco y central, en un momento tan difícil, deben dejar claro por qué modelo de movilidad apuestan, el del TAV de inversiones millonarias cuya viabilidad queda en entredicho tras la crisis generada por la pandemia, por el transporte dedicado a las élites, como El Transcantábrico, o el de líneas que conectan pueblos y ciudades y sí son de utilidad y demandados por la ciudadanía”, ha remarcado el coportavoz de EQUO Berdeak, Joserra Becerra.
Convertir estas líneas regionales tan demandadas por la sociedad en rentables exige una buena planificación y mantenimiento que podría financiarse con el desvío de las inversiones mencionadas. La formación verde pone en duda las declaraciones del presidente cántabro Miguel Ángel Revilla en las que prácticamente da por asignada para esta línea ferroviaria una parte de los fondos “Covid” de recuperación que la Comisión Europea ha concedido a España, ya que el dinero del Fondo de Recuperación se ha de emplear hasta el 2023, y antes de esa fecha no se habrán iniciado las obras del tren Santander-Bilbao.
EQUO Berdeak y EQUO Cantabria apoyan las reivindicaciones de ‘Plataforma en defensa del tren Santander-Bilbao’ constituida tras la reducción de horarios establecida por Adif tras el COVID-19 y que han dejado la línea entre las dos ciudades con un único recorrido al día.
