Nota de prensa
Protestan disfrazados como virus ante Lanbide para denunciar su pasividad durante la crisis del covid-19 y el aumento de la pobreza
- El Servicio Vasco de Empleo empieza a atender presencialmente tres semanas después de la apertura de la terrazas de los bares
- El número de personas paradas se ha disparado en más de 1.000 en los dos primeros meses de la cuarentena
- La pobreza obliga a más de 3.000 barakaldeses a pedir comida en el Banco de Alimentos
Activistas de la plataforma contra la exclusión Berri-Otxoak se han concentrado disfrazados de virus ante las oficinas del Servicio Vasco de Empleo-Lanbide en Barakaldo para denunciar “su pasividad e insuficiencia de las actuaciones frente al incremento de la pobreza generada por la cuarentena del coronavirus covid-19”.
La movilización, que ha coincidido con la reanudación de atención presencial, se ha desarrollado en la sede del servicio de empleo en el barrio de Beurko, en donde la plataforma ha recordado que “en los dos primeros meses de aislamiento obligatorio se han destruido un millar de puestos de trabajo de barakaldeses mientras Lanbide sólo ha tramitado el acceso a la Renta Garantía de Ingresos (RGI) a 42 personas”.
Al respecto, Berri-Otxoak ha destacado que las oficinas del servicio dependiente del Gobierno Vasco han permanecido cerradas al público desde mediados de marzo y han esperado hasta el 1 de junio para reanudar la atención en persona. “Desde el 11 de mayo se puede ir a comprar tabaco, tomar una caña, trabajar o ir a un velatorio, pero Lanbide ha tardado tres semanas en abrir sus puertas, mientras se agravaba la pobreza”, han destacado los activistas.
“Mientras, han exigido a personas que no tienen recursos y hasta dependen del Banco de Alimentos para comer, que usen un ordenador o un teléfono inteligente conectado a internet para hacer los trámites de la RGI. Y, por si fuera poco, han tenido las líneas telefónicas colapsadas y han tardado días en contestar las consultas por correo electrónico”.
Por ello, el colectivo barakaldés ha mostrado su “rechazo a la actuación de Lanbide” y ha exigido que, “mientras siga la cuarentena y las restricciones, realice la “aprobación automática y provisionalmente de todas las solicitudes de familias en situación de pobreza afectadas por la actual crisis sociosanitaria”.
La plataforma contra la exclusión Berri-Otxoak ha recordado que en la actualidad el número oficial de personas paradas asciende a 7.535 y que en abril se produjo el mayor incremento de desempleados al menos desde hace 15 años. Además, los datos del Banco de Alimentos señalan que, con la crisis del covid-19, se han triplicado las familias que necesitan comida y son alrededor de 3.400 personas las que tienen que ser atendidas.
Berri-Otxoak surgió hace 27 años, en 1992, y en sus tres décadas de existencia ha destacado por sus movilizaciones por el derecho a una vivienda digna, contra la especulación y los desahucios, y contra los recortes, la precariedad y la pobreza. El colectivo mantiene además desde el 17 de noviembre de 1997 una oficina de información sobre ayudas sociales, por la que han pasado más de 12.000 familias.