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1 de Mayo | Argitan advierte de que la mujeres pagan más cara la crisis

Argitan
Barakaldo, 1 may 2020. Nota de prensa. Con motivo del 1 de Mayo, la asociación Centro Asesor de la Mujer Argitan manifestan que los datos hechos públicos desde Lanbide ponen en evidencia que la crisis del coronavirus está agravando las situaciones de violencia, de precariedad y de pobreza que ya sufrían muchísimas mujeres.







Nota de prensa de Argitan
Argitan alerta de que la crisis del coronavirus ha provocado en Barakaldo un duro golpe al empleo en el mes de marzo

  • El aumento de personas en paro ha sido de 600, llegando a 7.055 en total, un 9,11% más que el mes anterior
  • Las mujeres pagan más cara la crisis y su índice de paro salta al 16,5% frente al 12,80% masculino. El paro se ceba también con los menores de 25 años de ambos sexos
  • Por sectores, pone en el paro a prácticamente 400 personas del sector servicios que cuenta con una gran mayoría de empleadas mujeres


Barakaldo, 1 de mayo de 2020.

La asociación Centro Asesor de la Mujer ARGITAN ha alertado de que la crisis del coronavirus ha provocado un duro golpe al empleo en el mes de marzo. A pesar de que la situación de confinamiento se produce a partir del día 14, han sido casi 600 personas las que han engrosado las listas del paro, 7.055 en total.

Con motivo del 1 de Mayo, desde Argitan han manifestado que los datos hechos públicos desde Lanbide, ponen en evidencia que la crisis del coronavirus está agravando las situaciones de violencia, de precariedad y de pobreza que ya sufrían muchísimas mujeres.

“Mujeres que ya tenían una malas condiciones laborales, se enfrentan a la pérdida de empleos o a exponerse a situaciones de riesgo”, explican, ya que “están trabajando en los sectores que se consideran esenciales para el sostenimiento de la vida, trabajos que son, en su gran mayoría, hiperfeminizados, como la sanidad y los cuidados”, así mencionan a “trabajadoras de hogar, reponedoras y cajeras de supermercados, trabajadoras de residencias, auxiliares, limpiadoras, trabajadoras de ayuda a domicilio etc”.

Estas mujeres son las que están trabajando en primera línea de la pandemia, en precario, con contratos parciales y temporales, con sueldos que en ocasiones ni si quiera llegan al salario mínimo, sin medidas de prevención ni seguridad. En algunas ocasiones incluso carentes de derechos, como pueden ser muchas trabajadoras de hogar que se ven obligadas a trabajar sin contrato.

Por otro lado, Argitan denuncia que esta crisis está poniendo de manifiesto otra crisis, que ya vivíamos anteriormente, que es la crisis de los cuidados.

Plantean que los cuidados tienen que ser una responsabilidad colectiva, de toda la sociedad, y que son las administraciones públicas quienes los garanticen, todos los cuidados necesarios para la sostenibilidad de la vida, tanto la atención a los y las menores como a las personas mayores.

“Es responsabilidad de las administraciones públicas garantizar unos servicios sociales en condiciones y unos servicios públicos, universales, gratuitos, de calidad e integrales… Guarderías, comedores, residencias, centros de día, etc. que puedan cubrir las necesidades de cuidados que necesitamos como sociedad y que nos permita a las mujeres poder salir del rol de cuidadoras que tenemos impuesto”, explican.

Argitan exige a las instituciones servicios públicos de calidad que den cobertura a todas las necesidades de cuidados que tenemos como sociedad y que, ahora mismo, son las mujeres las que se encargan de suplir estas carencias.

En esta situación de paro y precariedad consecuencia de la crisis del coronavirus, “tenemos que hacer mención especial a las mujeres perceptoras de RGI y ayudas de emergencia social, que son mujeres desempleadas, pensionistas, mujeres solas con hijos menores a cargo, separadas o viudas o trabajadoras precarias que aun teniendo un empleo, necesitan de las prestaciones sociales para poder subsistir” remarcan.

Desde Argitan demandan un sistema de protección social integral que garantice además del acceso a una vivienda digna para todas las personas, unas prestaciones sociales rápidas y suficientes que permitan subsistir en condiciones dignas a los colectivos más desfavorecidos como son las mujeres precarizadas y empobrecidas, que en ocasiones se ven en la imposibilidad de escapar de situaciones de violencia machista por falta de recursos.

Además “estamos viendo que en la realidad que vivimos, en la práctica, en el día a día, no se está ejerciendo la corresponsabilidad en las tareas de cuidados y en las tareas domésticas, y que estas casi siempre recaen sobre los hombros de las mujeres, con la sobrecarga de trabajo que esto nos acarrea”, denuncian.

Reclaman una distribución equitativa de las tareas domésticas y de cuidados dentro de los hogares, ejerciendo en la práctica una corresponsabilidad real entre hombres y mujeres.