El coro más madrugador, como suele ser habitual, ha sido el del barrio de La Delicias-Kastrexana, en donde además se celebran estas semanas las fiestas y que es al que está vinculada la ermita de la mártir italiana. Con el club de tiempo libre Ainara, han sido decenas de niños los que han recorrido el barrio de Rontegi.
En la zona de San Vicente, además de la Schola Cantorum, coincidían Laguntasuna y Hala Dzipo, así como la asociación Amigos de la Guitarra. En Beurko Bagatza rondaba el centenar de personas que acompañaban el coro de la asociación Ibarra-Kaldu. En Gorostiza, el resurgido movimiento vecinal calentaba sus voces con una treintena de participantes. Además ha habido también coros en Cruces, en Zuazo, en Desierto, en Lutxana y en el Regato, entre otros.