El colectivo ha advertido de que "los poderes públicos son responsables directos de dar respuesta" al problema del machismo y ha denunciando "la falta de compromiso político y el androcentrismo desde el cual se articulan las herramientas actuales judiciales y asistenciales".
Iretargi, ante la próxima celebración, el 25 de noviembre, del Día Internacional contra la Violencia a las Mujeres, ha expresado además su hartazgo ante las "campañas de sensibilización que ponen el foco en la mujer y difuminan la responsabilidad del agresor, de pactos de Estado desprovistos de presupuesto y promesas políticas que nunca se materializan".
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Nota de prensa de Iretargi
Este fin de semana la violencia machista vuelve a ser noticia. Una vez más una mujer es agredida a manos de su expareja. Al igual que ocurrió hace pocas semanas en el barrio de San Bizente, una vez más el quebrantamiento de una orden judicial de alejamiento resulta cómodo y sencillo para el agresor.
Las distintas formas de violencia machista que soportamos las mujeres en la cotidianeidad de nuestras vidas, en la privacidad de nuestros hogares y en nuestras relaciones, son habitualmente silenciadas y normalizadas.
Este último episodio de violencia machista que ha salido a la luz es representativo de la impunidad de la que gozan los agresores y de la insuficiencia de las respuestas que deberían darse a distintos niveles.
Hemos asumido desde diferentes estructuras sociales y gubernamentales el carácter estructural de la violencia machista y sin embargo seguimos sin ofrecer respuestas integrales. Seguimos teniendo que salir a la calle para denunciar que ni este caso ni ningún otro son conflictos privados, conflictos individuales.
No nos cansaremos de repetir que la violencia machista es un problema social, un problema de Estado. Que es la consecuencia de un orden social de dominación y subordinación de las mujeres basado en una división sexual jerarquizada y dicotómica de la realidad. Y que, como tal, los poderes públicos son responsables directos de dar respuesta a esta problemática.
Pero nos encontramos frente a un Gobierno que es incapaz de proteger el derecho a vivir una vida libre de violencia machista para las mujeres, el derecho a vivir una vida que merezca la pena ser vivida. Nos encontramos frente a un sistema jurídico nacional e internacional fundamentado sobre los mismos conceptos androcéntricos que reproducen elementos de discriminación que posicionan a la mujer en una situación de desventaja para el ejercicio de sus derechos.
Desde Iretargi Barakaldoko Emakume Feministak queremos denunciar la necesidad de avanzar hacia una igualdad real. Hacia una justicia que posicione a las mujeres como sujeto de derecho, y que desde una perspectiva de derechos humanos tenga en cuenta la discriminación que de facto sufrimos las mujeres.
Queremos denunciar aprovechando la cercanía del 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, que estamos hartas de campañas de sensibilización que ponen el foco en la mujer y difuminan la responsabilidad del agresor, de pactos de Estado desprovistos de presupuesto y promesas políticas que nunca se materializan.
Pedimos que se pongan en marcha mecanismos de comunicación y coordinación desde los que podamos aunar fuerzas y generar respuestas integrales como puede ser la comisión antiagresiones que el Ayuntamiento de Barakaldo puso en marcha en fiestas y que no ha tenido continuidad desde entonces.
La violencia machista es la principal causa de muerte de las mujeres en nuestra sociedad y es una violación de los derechos humanos que impide la igualdad de oportunidades y el desarrollo de la autonomía de las mujeres.
No nos vamos a callar ante esta situación de discriminación, seguiremos denunciando la falta de compromiso político y el androcentrismo desde el cual se articulan las herramientas actuales judiciales y asistenciales.
Esta justicia no es nuestra justicia.
SEGUIREMOS LUCHANDO POR UNA JUSTICIA FEMINISTA
POR UN BARAKALDO FEMINISTA.