por Silvia Bolaños
La vecina de Cruces Leticia Tello (Barakaldo, 1992) acaba de publicar su primer libro. ‘
Entre dos mundos’ es una novela de fantasía medieval —“sin historia de amor”— dirigida principalmente al público joven. Cuenta las aventuras de “cuatro atrevidas amigas de la era informática” que viajan al siglo XIV y tienen que enfrentar una serie de adversidades para poder regresar al presente.
Aficionada a la historia, lectora y escritora “tardía”, Tello escribió la novela cuando estudiaba en el colegio y la tuvo guardada durante dos años antes de llamar a las puertas de varias editoriales. Tras presentarla a un concurso, consiguió que la
editorial Tandaia decidiera publicarla.
“Catalogamos la fantasía como algo para niños y no es así. Mi novela es para todos los públicos”, señala esta estudiante de Ingeniería Informática de Gestión y Sistemas de Información en la Universidad del País Vasco que sueña con “poder vivir de la literatura”.
Por el momento, trata de seguir cultivando su pasión en certámenes literarios y darse a conocer entre el público. A partir del mes de septiembre, lo hará con charlas para alumnos de secundaria en el colegio San Vicente de Paúl, donde cursó bachiller.
‘Entre dos mundos’, de 232 páginas, cuenta con una primera edición de 1.000 ejemplares. Se puede adquirir en la librería Cámara de Bilbao a un precio de 16 euros y reservar por catálogo en El Corte Inglés y La Casa del Libro, así como en las librerías de Barakaldo.
Pregunta. ¿Cómo describe ‘Entre dos mundos’?
Respuesta. Es una novela corta de fantasía porque tiene viajes en el tiempo, se mueve entre la actualidad y el Medievo, el siglo XIV. Pero más allá de eso, es realista. No es el concepto de Edad Media de magia y dragones. Aparecen la Inquisición, la iglesia y la monarquía. Están en el Reino de Castilla, en Toledo y en Zamora. Se menciona a los reyes del momento, a Enrique de Trastámara, la guerra con Pedro I El Cruel… Quería evitar los tópicos e introducir pequeñas dosis de historia para contextualizar la trama. Cuenta la historia de cuatro amigas que viajan al pasado por diversión y deben encontrar la manera de volver a casa recuperando unos colgantes envueltos en una conjura contra el rey de Castilla.
P. ¿Por qué desarrolla la trama en Castilla?
R. Toledo es una ciudad que me encanta. Siempre me ha cautivado. Hablo del entresijo de callejuelas y del halo de misterio que la envuelve. He estado varias veces haciendo turismo. Me gusta lo medieval, la arquitectura gótica. También me llama mucho la atención saber que hubo una época en la que convivieron allí cuatro culturas y que ahora no seamos capaces de estar en armonía.
P. ¿Cómo define a las protagonistas del libro?
R. Son mujeres actuales, independientes, fuertes y resueltas. Quería que, a pesar de estar ambientada en el Medievo, las protagonistas tuvieran una mentalidad actual. Lara, que es la protagonista, puede ser mi álter ego. Es osada, aventurera y cabezota.
P. Plantea a los lectores la posibilidad de modificar los acontecimientos pasados si viajaran a la Edad Media. En su caso, ¿lo haría?
R. Viendo la barbarie y la crueldad del momento, estaría tentada. Pero, como dice la serie 'El Ministerio del Tiempo', no puedes modificar la historia porque tiene consecuencias en el futuro. El pasado ha convertido a la sociedad en lo que es hoy en día.
P. En su novela dice que “la fantasía no es sólo para niños ni las novelas de caballerías son sólo algo del pasado”.
R. Sí. Catalogamos la fantasía como algo para niños y no es así. Mi novela es para todos los públicos. Empecé en la fantasía por los libros de Laura Gallego. En el colegio, en primero de Secundaria, tuvimos que leer ‘El valle de los lobos’, uno de sus primeros libros, y me enganché. Ahora voy cambiando de género, pero me marcó. Sigo a la autora desde entonces, es uno de mis referentes.
P. ¿De dónde surgió la idea de escribir la novela?
R. Tuve la idea de escribirla durante mucho tiempo. Lo hice cuando aún estaba en el colegio, empecé un verano y tardé unos ocho meses en acabarla. Y la dejé guardada en el ordenador un par de años. Nunca se me pasó por la cabeza publicarla, era una historia para mí. Hay gente que empieza por los microrrelatos, pero yo empecé con esta novela. La presenté al concurso de la editorial en marzo de 2017 y en verano se pusieron en contacto conmigo porque estaban interesados en publicarla. Comenzamos una campaña de ‘crowdfunding’ –financiación colectiva- para alcanzar los 800 euros necesarios para editarla. Finalmente vio la luz en febrero.
P. ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
R. Tengo a medias otra novela. Mi intención es retomarla este verano. Está ambientada en el Siglo de Oro, en el Caribe, con el tema de la piratería y el contrabando. Ahora, por falta de tiempo con la universidad, me dedicó a escribir microrrelatos y a participar en concursos. Y suelo buscar que el premio sea la publicación, no una compensación económica.
P. ¿En qué género se encuentra más cómoda?
R. En prosa. Escribo relatos, cartas o aforismos, pero también micropoemas. Luego busco concursos que se adapten a los textos. Tengo 14 publicaciones de concursos.
P. Es aficionada a la literatura, pero se decantó por estudios técnicos. ¿Se plantea su futuro profesional como ingeniera o como escritora?
R. Me encantaría vivir de la literatura, sería un sueño. El sueño perfecto sería poder vivir de la escritura y hacer de la ingeniería un hobby.
P. ¿Cómo ve el panorama literario para los escritores jóvenes?
P. Crudo, bastante mal. Veo el mercado editorial muy saturado, creo que hay más escritores que lectores. Hoy en día hay muchas plataformas, la autopublicación y pequeñas editoriales. Creo que no hay salida para que se lea todo lo que se escribe.