Bajar los ataúdes a los panteones del cementerio de Barakaldo se realizará de manera mecánica y no será necesario que un enterrador permanezca dentro de la tumba para la maniobra. Así al menos lo prevé el nuevo contrato de enterramientos, en el que el Ayuntamiento ha introducido la orden de que se desarrolle "un mecanismo para el descenso de ataúdes al interior de panteones privados sin necesidad de que una personas deba permanecer en el interior". El consistorio exige a la empresa que gane la convocatoria de gestión del cementerio que ponga en práctica el sistema en un plazo máximo de seis meses desde la adjudicación. Para ello, "se podrá contar con los conocimientos y datos del servicio municipal de Prevención y Salud Laboral y la propuesta de equipamiento desarrollada por el mismo". Este mecanismo se unirá a la maquinaria que ya existe, entre la que se incluyen las plataformas sin motor y eléctrica elevadoras de féretros, portaataúdes o un descensor de cajas a panteones comunitarios.
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