- Los colectivos se han concentrado esta mañana en Serralta ante el anuncio de la promotora de que iba a cortar los 40 ejemplares para construir 600 pisos privados.
Esta mañana, 7 de septiembre, decenas de personas – entre los que figuraban vecinos y grupos ecologistas de Barakaldo-, se han concentrado con una pancarta que mostraba la frase ‘¡Tala de árboles, no!’ y han logrado paralizar de nuevo la tala de 40 árboles en la Alameda de Serralta en Lutxana (Barakaldo), prevista por la promotora para la construcción 600 viviendas privadas en la zona.
Desde primera hora de la mañana, efectivos de la policía local y de la Ertzaintza han desplegado un fuerte dispositivo de vigilancia, identificando a una persona entre los protestantes. Pese a la oposición vecinal y ecologista, la maquinaria y trabajadores han entrado en el recinto acompañados de la policía para efectuar el corte de los ejemplares. Los colectivos denunciantes han informado que se han puesto en contacto con la alcaldesa, Amaia Del Campo, y el concejal de Gestión y Disciplina Urbanística, Juan Antonio Pizarro y han mantenido conversaciones con ellos: “Lo único que sabemos es que se están pasando la pelota unos a otros”, denunciaron los grupos ecologistas. “Hemos pedido reunirnos con la alcaldesa y cuando nos dirigíamos al ayuntamiento, nos han comunicado que finalmente, por orden suya se paraliza la tala de los árboles”, han explicado. Finalmente, solo se ha procedido al corte de dos ejemplares que ya se encontraban enfermos.
La cronología de los hechos comenzó el pasado 27 de julio, cuando el movimiento vecinal alertó a colectivos del barrio y movimientos ecologistas sobre la tala de varios ejemplares. Representantes de colectivos ecologistas entraron en el recinto y paralizaron la tala, cuando ya habían apeado 3 árboles, exigiendo la presencia de algún concejal responsable. A última hora, se personó la concejal de Medio Natural y Sostenibilidad, Alba Delgado, que se comprometió a convocar una reunión de la Junta de Concertación para buscar una solución.
El 4 de agosto, el Gobierno de PNV-PSOE mostraba su apoyo a los propietarios de los terrenos y a la construcción de la urbanización, lo que implicaba la tala efectiva de los árboles, a pesar de las movilizaciones vecinales y ecologistas, si bien se mostraba a favor de salvar algunos ejemplares. Por otra parte, tanto nacionalistas como socialistas en una reunión pública el 1 de septiembre con asociaciones han asegurado que respaldaban la conservación del arbolado.
Finalmente, ha sido a principios de septiembre, concretamente entre el 7 y el 9 de este mes, cuando, tras conocerse que los promotores de la operación inmobiliaria habían programado la eliminación del arbolado, la promotora solicitó protección policial, ya que los anteriores intentos de tala (finales de julio y en agosto) se vieron obstaculizados por la protesta de decenas de personas.
* Enlace al texto en la web original