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Jonatan García regresa al Himalaya en busca de su segundo ochomil tras la tragedia de Zerain

Jonatan García, en el jardín botánico
El alpinista barakaldés Jonatan García ha volado este fin de semana a Nepal para su tercera incursión en el Himalaya y el intento de hollar su segundo ochomil, el Manaslu (8.156 metros). El proyecto llega sólo cuatro meses después de estrenarse en esa altitud con la cumbre conseguida el 11 de mayo del Annapurna (8.091) junto al vitoriano Alberto Zerain, fallecido apenas un mes después, el 24 de junio, por una avalancha en el Nanga Parbat (8.126) cuando ascendía en compañía de Mariano Galván. Con el recuerdo y el dolor por la desaparición de Zerain, el vecino de San Vicente, despegaba este 9 de septiembre hacia Katmandú, tras una semana de preparación que tenía prevista en los Alpes, en la zona del Mont Blanc. Sin lesiones, física y mentalmente "superfuerte", y controlada su dolencia que le causó un trombo que obligó a evacuarle del Broad Peak hace un año, García ha explicado a Barakaldo Digital que tiene por delante 51 días en Nepal para intentar la cumbre, que puede ser entre el 25 de septiembre y 5 de octubre. La expedición contará con dos cordadas con Pedro García (Ordicia), Alfredo García (La Rioja) y David Orna (Jaca). También forma parte de la aventura el catalán Sergi Ruedas, que ha optado por un ascenso con oxígeno y sherpa.



Jonatan García, en el jardín botánico
Jonatan García hace frente a este reto tras frustrarse dramáticamente el plan que había trazado originalmente: escalar de nuevo este otoño con Zerain. La experiencia del Annapurna consiguió consolidar la amistad de dos alpinistas que compartían forma de pensar y filosofía de montaña y supuso para el barakaldés una experiencia llena de aprendizajes y satisfacción tras el problema de salud del verano de 2016. "De toda mi carrera, Annpurna es lo que más me ha marcado; por todo, incluida la ahora falta de Alberto", admite, orgulloso de aquella expedición "superlimpia" con el entorno y realizada parcialmente a seis, con los italianos Nives Meroi y Romano Bennet, y con dos chilenos que no pudieron conseguir su objetivo de abrir una nueva vía, por lo que se sumaron a la ruta francesa.


Jonatan García, en el jardín botánico
La muerte de Alberto Zerain ha impactado al barakaldés que, sin embargo, advierte de que todos los alpinistas saben que el riesgo está ahí. "Somos consicentes de lo que sucede. No tiene ningún sentido dejar de escalar porque significaría que hasta ahora hemos sido unos inconscientes sin saber a dónde íbamos. El riesgo que esto tiene lo sabemos desde que estamos escalando. Hay que seguir escalando con la misma ilusión y poner en práctica todo lo que he aprendido del él", explica.

García destaca además que, pese al dolor que causa la pérdida, Zerain "se ha quedado donde soñaba estar, en el lugar que más amaba, ha muerto escalando y haciendo lo que le gustaba, con una persona con la que tenía la misma filosofía".



El montañero barakaldes tampoco oculta que el alpinismo es lo que le hace "feliz". "Sigo con ideas de seguir escalando montañas que me ilusione y que me haga feliz. No me fijo sólo en metros ni en técnica, sino seguir escalando con las mismas ganas y con buenos compañeros", dice.

En esta ocasión, el equipo intenta el Manaslu por la vía normal, La meteorología va a ser clave, como siempre. Cuentan a su favor con que es la temporada adecuada para este ochomil y que, según consta en el registro de permisos, estará bastante transitada. García, que se costea con sus ahorros estas expediciones, relatará esta aventura en la jornada alpina de enero en San Vicente, en donde recordará además a su amigo Alberto Zerain.

De momento, se prepara para el Manaslu físicamente"como años atrás, sin lesiones" y  "contento porque el cuerpo es elástico y se aclimata". De salud, señala que está "superbien". Aunque el ascenso no ha empezado, ya piensa en la siguiente: en primavera de 2018 hacer dos ochomiles en 60 días: uno con una ruta poco conocida. "No necesito ser el mejor pero sí ser mejor", afirma.