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El PNV alega motivos técnicos para justificar que no haya tarifa social en el autobús municipal

Autobús municipal en Cruces
Además sostiene que si se aplican descuentos a familias en crisis habría que subir los precios para las demás El PNV voto contra la tarifa social pero dice que no lo hizo por desacuerdo con ella sino porque supuestamente supone dejar el sistema de tarjeta Barik 
El equipo de Gobierno (PNV) del Ayuntamiento de Barakaldo ha confirmado que no ha cumplido el acuerdo del pleno de aplicar una tarifa reducida o social para el uso del autobús municipal KBus pero ha alegado que hay problemas técnicos para hacerlo y que, además, supondría, según asegura, subir el precio general. Según los nacionalistas, que votaron contra la tarifa social, el sistema de tarjeta Barik no tiene incorporado el servicio de descuentos y además no depende del Ayuntamiento, ya que es gestionada por el Consorcio de Transportes de Bizkaia, bajo el control del Departamento de Transportes de la Diputación, que el PNV destaca que está "dirigida por el socialista José Vicente Reyes Martín". El PNV argumenta además que "sería necesario aumentar las tarifas al resto de usuarios del KBus" en el caso de implantar la tarifa social porque supuestamente habría que comprar nuevas validadoras de billetes.

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> 25/09/2017. Irabazi acusa al PNV de bloquear la tarjeta social del KBus y obligar a las familias a pagar el doble
> 30/11/2015. El autobús municipal KBus bajará a 0,31 el precio para familias que ganan menos de 20.000 al año
> 26/11/2015. La oposición impone al PNV gobernante una política de ayudas en relación a tributos locales
> 17/11/2015. Irabazi pide subir un 150% la tasa a cajeros y una tarifa social de KBus de 31 céntimos



Nota de prensa del equipo de Gobierno municipal (PNV)
El sistema Barik impide incluir títulos como la tarjeta social al ser ajeno al Consorcio de Transportes
La puesta en marcha de esta tarifa supondría la subida del precio del billete al resto de usuarias y usuarios para poder costear los gastos de maquinaria ajenas a la Barik

El equipo de gobierno de Barakaldo quiere realizar una serie de aclaraciones con respecto a la tarjeta social aprobada en noviembre de 2015 para el autobús urbano de la ciudad, el KBus. La puesta en marcha de esta medida, tal y como se explicó en su momento, no es posible a día de hoy debido a que no está incluida dentro de los servicios de Barik, sistema mediante el cual se tarifan los viajes de KBus.

El KBus es un servicio de autobús urbano que licita Barakaldo, pero el sistema de pago Barik que utiliza el KBus no es propietario del Ayuntamiento de Barakaldo, es un sistema que gestiona el Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB) y que ofrece una serie de títulos compatibles e iguales en todos los transportes donde opera, no solo en el KBus barakaldés.

Por ese motivo, el pasado 2015 el equipo de gobierno consultó con el CTB la viabilidad de instaurar esta tarifa en el autobús urbano. Según las consultas realizadas, el sistema Barik no admite títulos que pertenezcan a un operador exclusivo, en este caso Barakaldo, sino que todos los títulos deben estar consorciados y ser comunes en todos los municipios que operen con este sistema de pago único.

Por tanto, la creación de una tarifa social especial, diferente a las que ya existen en Barik –Gizatrans-, no depende del pleno de Barakaldo sino de la comisión de coordinación tarifaria que depende del Departamento Foral de Transportes, Movilidad y Cohesión del Territorio, dirigida por el socialista José Vicente Reyes Martín.

Para poder poner en marcha esta tarjeta social, Barakaldo y su KBus deberían abandonar el sistema Barik e incorporar un nuevo sistema de pago, adquiriendo las canceladoras y sufragando el coste del nuevo software. Para poder afrontar la adquisición de esas máquinas ajenas a Barik, sería necesario aumentar las tarifas al resto de usuarias y usuarios del KBus.

El equipo de gobierno votó en contra de esta iniciativa no porque estuviese en desacuerdo con ella, sino porque lo que se planteaba es que Barakaldo saliese de la Barik. Y así se lo hizo saber a los partidos de la oposición, que a pesar de todo apoyaron la medida.

Por otro lado, no deja de ser curioso que la oposición plantease esta tarjeta social en la ordenanza de tasas y precios públicos y, posteriormente, ninguno de esos grupos políticos dotase de una partida económica al presupuesto municipal para la compra de esta maquinaria.