En la comunidad educativa del colegio
La Milagrosa, centro que ha desaparecido tras 62 años de existencia, ha provocado indignación la puesta en marcha este 17 de julio, en plena jornada festiva en Barakaldo, de los trabajos de sustitución del pavimento del recinto en la zona del edificio que acoge tanto el conservatorio como la extinta escuela. Aunque las labores ya habían sido
anunciadas por el Ayuntamiento, con un coste de 50.000 euros para el erario público, tanto trabajadores como familias de La Milagrosa observan con incredulidad estas obras públicas en un espacio privado de la Fundación Miranda, que el Ayuntamiento tiene alquilado como centro de enseñanza musical. "Llevamos 30 años quejándonos de que tenemos unas piscinas terribles cuando llueve y pidiendo que lo arregle el Ayuntamiento. No nos han hecho ni caso en todo este tiempo y ahora de repente, cuando el colegio ya está cerrado, se ponen a asfaltarlo y a toda velocidad y en un día de fiesta", se lamentan desde la comunidad educativa, que sospechan que la celeridad y elección de la fecha buscan esconder la intervención dada la polémica por el cierre de La Milagrosa. Además, recuerdan que hace sólo unos días era la propia alcaldesa, Amaia del Campo (PNV), la que arremetía contra la gerencia de la Fundación Miranda y ponía en duda que se estuvieran cumpliendo los fines sociales mandatados por su creador, Antonio Miranda.
