Un biombo de los años setenta con la imagen de The Beatles destaca a primera vista en el puesto que comparten los barakaldeses Roberto Ortiz y Pablo Ibáñez en el salón Desembalaje de antigüedades, en la feria de muestras BEC! en Barakaldo. El encuentro, celebrado este 11 y 12 de marzo, ha reunido a miles de personas, cada una con su particular afición y su personal objetivo, en unos casos para decorar y en otros para hacer negocio. El vecino de Cruces Roberto Ortiz es de los discos de vinilo, que colecciona desde hace 15 años y que tienen como resultado alrededor de 2.500 acumulados en su lonja, de todos los estilos, salvo de reguetón. Por su parte, Pablo Ibáñez García calcula que está enganchado al coleccionismo de antigüedades desde hace cerca de cuatro décadas, después de comprar, cuando no llegaba a 30 años, el primero de su centenar actual de almireces.
"Un disco de vinilo siempre sonará mejor mejor que un cedé", defiende Ortiz. Internet y las ferias son el espacio para encontrar joyas de la música y, por supuesto, para venderlas. Ortu, funcionario jubilado, muestra en el BEC! tanto sus discos, como giradiscos o amplificadores. Aunque ahora se han vuelto a poner de moda, los vinilos tienen un precio muy bajo en su mayoría, aunque también hay excepciones. El coleccionista barakaldés recuerda haber vendido por 1.000 euros un disco promocional y muy escaso de la banda irlandesa U2.Pablo Ibáñez, también jubilado, explica que entró en el mundo de las antigüedades por "casualidad". Acondicionó un 'txoko' y se llenó de trastos, así que empezó a venderlos y se aficionó. "A veces es malo que venda mucho porque cuanto más dinero tengo más compro. Cada vez que compro una pieza que no tengo, me ilusiona mucho", señala. Pero para Ibáñez los objetos duran poco. Pasado un cierto tiempo, los saca a la venta mientras busca nuevas adquisiciones.
"En este mundo siempre estás aprendiendo", destaca este barakaldés, que observa cómo las piezas se colocan a distintos precios según quién las ponga en el mercado. "Por una muñeca Nancy piden 120 y hasta 200 euros", indica con asombro recordando que en su época estos modelos valían 800 pesetas —menos de cinco euros—. Pero las modas también mandan. Los objetos de cobre ya no se venden bien y, por el contrario, está en ascenso el coleccionismo de cualquier objeto, hasta de chapas de champán.
Sin embargo, los dos barakaldeses, igual que otros participantes en la feria Desembalaje, admiten que con la crisis el movimiento de dinero se ha reducido en torno al mundo de las antigüedades, a lo que se suma el hecho de que aumentan los vendedores, que además se compran entre sí. "La antigüedades pueden dar la vuelta al mundo 1.000 veces", cuenta Ibáñez, que destaca el tirón que los objetos antiguos consiguen también en las ferias que se celebran en Barakaldo durante las fiestas.
