El 30 de mayo de 1905 nacía la sociedad coral Orfeón Baracaldés, con 112 integrantes, de la mano de quien entonces era director de la Banda Municipal de Música de Barakaldo, Pedro Alberdi. Con motivo de los 111 años de la efemérides, la formación ha organizado un programa especial que, además de 25 conciertos, incluye, hasta el lunes 22 de agosto, una exposición conmemorativa en la casa de cultura de San Vicente —Clara Campoamor—, que recoge objetos, premios, diplomas, trajes, atrezo y, especialmente, fotografías de la historia del grupo. La coral ya está también en los preparativos para su antología de la zarzuela, género que es la especialidad de la casa y que llena cuando se programa el teatro municipal. Así lo destaca el actual director de la asociación, José Vellarino, que hace un llamamiento a integrarse en este conjunto a todos los aficionados a la música. El orfeón, que abre el curso el 5 de septiembre, ensaya lunes y miércoles de 20.00 a 21.15 horas en Clara Campoamor. Aunque en otro tiempos hubo sección infantil, actualmente es un coro de 45 adultos, con una edad media de alrededor de 55 años bajo la dirección de Mónica González Arzuaga.
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> 01/12/2012. Mónica González | directora del Orfeón Barakaldés: "Es una pena que la gente joven no se anime a mantener esta tradición tan nuestra de los coros"
La celebración del 111 aniversario se extiende hasta el 30 de mayo de 2017 y la sociedad ha previsto alrededor de 25 conciertos desde que arrancaron las actividades, el 19 de marzo en la iglesia de San José. La programación ha incorporado a formaciones corales barakaldesas junto a otras fóraneas, del área metropolitana. El orfeón ha actuado además en solitario, como en Santa Teresa, El Carmen o en la casa de cultura en la que ensaya cada semana.
La agenda sigue abierta. El 15 de octubre regresa a Santa Teresa, el 12 de noviembre acude a San Antonio de Iralabarri y además habrá conciertos con motivo de Santa Cecilia, a mediados de noviembre; y por Navidad. El cierre del aniversario se prevé con un concierto con solitas, piano y orquesta de cámara con una docena de músicos. Además, tiene otras citas ajenas al aniversario, como el recital que prepara Lagun Beti con todos los coros en beneficio de los damnificados por el terremoto de Ecuador.
A pesar de que, como cantaba el grupo de rock Golpes Bajos, "son malos tiempos para la lírica", el Orfeón Baracaldés trabaja por seguir adelante. Ha superado malas etapas, como la que supuso en 2010 perder, tras 76 años, su sede de Herriko Plaza —afectada por la desaparición de la renta antigua—, centro social que, con su ambigú, era punto de encuentro. Ahora, el orfeón vive refugiado en Clara Campoamor, tras haber sufrido la pérdida de documentos y materiales por la inundación de la antigua casa de cultura de Retuerto, en donde se tuvo que exiliar tras su desalojo. Como el resto de organizaciones sociales y culturales, también los recortes de las ayudas públicas económicas se ha dejado sentir.
Contra pronóstico, la formación ha sobrevivido, se mantiene y sigue incorporando voces, especialmente femeninas, que de momento son las que muestran más interés. Pero la coral, como explica Vellarino, abre cada año su periodo de matriculación. Entre 18 y 65 son las edades de referencia, pero con flexibilidad tanto por arriba como por abajo. Se necesita, indica el presidente, más oído musical que voz, y especialmente dedicación. Los recién llegados empiezan de cero y no necesitan ni saber solfeo ni saber leer partituras. La mayoría de los componentes, de hecho, canta de oído.
La zarzuela, pese a que implica hasta nueve meses de trabajo y ensayos, es el "plato fuerte" pero el Orfeón Baracaldés ha ampliado su repertorio y ofrece también música vasca o habaneras, entre otros géneros. El llamado género chico es el que ha dado más satisfacciones al grupo. La representación de 'Katiuska' en 2014 supuso un "éxito rotundo" y el conjunto destaca con orgullo el hecho de tener una obra exclusiva, de Tomás Aragüés, como es 'Percal y mahón', de ambiente barakaldés.