publicidad

Opinión | Un joven de 47 euros

Foto: Ben Sutherland

por María José Cantalapiedra

El 12 de abril Barakaldo Digital publicaba una breve noticia con el título 'Detenido un joven por robar 47 euros en solomillo'. Apenas tenemos tres datos: 19 años, 47 euros, solomillo. Suficientes para armar una buena historia. Una lo bastante trágica, lo bastante cómica. Porque robar solomillo contiene la tristeza y la desesperación de quien se echa a rapiñar en la sección de lácteos del supermercado, sin más proyección en el tiempo presente y futuro que beber un trago de leche en la mañana; y contiene al mismo tiempo un destello de glamour y rebeldía, porque el solomillo es carne que se sirve con mantel, fina cubertería y pretendida conversación de altura.

Los agentes de la Ertzaintza lo detuvieron en un comercio de Barakaldo. “Pretendía llevarse cuatro piezas de solomillo”, dice la nota de prensa de la policía autónoma. Cuatro exactamente. Para cuatro comensales. Tal vez para ocho si son frugales. O para dos comilones. ¿Una fecha familiar señalada? ¿Una alegría que dar a quien esté en los fogones, el delantal atado en la cintura, buscando la manera de acicalar la mesa, y su tiempo, sin ingredientes? Lo hemos visto mil veces en el cine. Un joven llega a una casa humilde con un trozo de carne turgente y la madre, la abuela, preguntan preocupadas: ¿de dónde lo has sacado? Y el joven, los jóvenes, siempre en masculino, no dan explicaciones, sólo la promesa de un guiso infrecuente. Robado no solo el trozo de carne. Robado el momento de sentarse a comerlo. Robado el gusto que deja en la boca y en el recuerdo.

“Intentaba abandonar el local llevándose cuatro piezas de carne sin pasar por caja”. “Valoradas en unos 47 euros”, añade la nota de prensa. Valoradas en 47 euros. Bienvenidos a la casa de subastas más antigua del mundo. ¿En cuánto están valorados los solomillos que intenta robar un joven en un comercio de Barakaldo? 45 euros para el caballero que mira la noticia desde su salón; 46 euros para la señora que la comenta en su lugar de trabajo; ¿alguien llega a 47? ¿47 euros para el gobernante que la lee en su despacho? Adjudicado el lote de solomillo y la historia del joven que tiene 19 años de juventud por 47 euros. Buena puja. Buena compra.