La candidata del
PNV a la alcaldía, Amaia del Campo, ha criticado la "obsoleta cultura democrática" que el gobernante PSE tiene en el
Ayuntamiento de Barakaldo. En un
artículo en su blog, la también edil sostiene que los socialistas tratan como a niños a la ciudadanía porque consideran que no sabe o no le interesa cómo se gestiona el consistorio. Por el contrario, Del Campo difente el "concepto de ciudadanía" con derechos y deberes, con "transparencia y abriendo cauces de participación". En este sentido, la concejala nacionalista lamenta la "desidia" del PSE en cuanto a la gestión transparente. "Les importa más bien poco", afirma la candidata, que acusa a los socialistas de usar el marketing y la publicidad para "ocultar" lo que hacen en el Ayuntamiento.
Artículo de Amaia del Campo
Muchas de vosotras y vosotros estaréis acostumbrados a oír hablar de transparencia. Cada cierto tiempo sale en prensa o en boca de algún político hablar de la tan mencionada transparencia. Se habla mucho de ella, pero poca gente la percibe. Muchas personas piensan que eso de la transparencia es otro engaño de los políticos para lavarse la cara y, ante esto ¿qué decir? Pues que sí y que no.
Sí, porque es posible que una parte de los responsables políticos de las instituciones pongan en práctica iniciativas de transparencia para mejorar la imagen que se tiene de ellos, algo que en la práctica, no tiene este efecto. En cualquier caso, siempre es positivo que la información relativa a la gestión pública esté accesible y se publique para que cualquier ciudadano pueda verla y hacer el uso que estime oportuno. Esto mejora la calidad de la democracia y aumenta las posibilidades de control político.
El no, lo podemos argumentar por lo dicho anteriormente y porque creo sinceramente que cada día hay más personas plenamente convencidas de la necesidad de avanzar hacia un modelo de gobierno más abierto. No en vano, esta cuestión es algo que se lleva trabajando muchos años y por ello tenemos en nuestro país ejemplos reconocidos por organismos internacionales independientes, de modo que algo se estará haciendo bien. También creo que quien mejor lo hace, quien mejores puntuaciones saca, que es al fin y a la postre quien más tiempo y esfuerzo dedica a esta cuestión, sabe de sobra que una buena parte de la ciudadanía ni conoce sus esfuerzos, ni accede a la información ni le valora mejor por ello. Es una cuestión de “cultura democrática”.
Dicho esto, ¿dónde situamos al Ayuntamiento de Barakaldo? Pues por desgracia ni en el grupo del Sí ni en el del No. Tal vez deberíamos abrir un tercero, el de la desidia, el de aquellos a quienes les importa más bien poco, y que tratan de ocultarlo a los ciudadanos a través del marketing y la publicidad. Triste y a la vez preocupante.
No porque haya una masa de personas deseando acceder a esta información, que también, sino porque detrás de esa actitud se esconde una forma de actuar alejada de una cultura democrática moderna. Detrás de esta actitud están personas que piensan, al más puro estilo de los 80, que “la gente no sabe”, que “a la gente no le importa nada de esto”. Y ahí se equivocan, y mucho. Las personas queremos que nuestro Ayuntamiento haga cosas, que solucione problemas y que nos ayude a vivir mejor, eso desde luego debe ser la principal razón de ser de un gobierno. Pero esto se puede hacer de un modo más eficaz si lo hacemos con transparencia y abriendo cauces de participación ciudadana.
Basta ya de gestionar infantilizando a las personas. Somos ciudadanas y ciudadanos, y es precisamente ese concepto de ciudadanía el que nos reconoce unos derechos y obligaciones de las que somos muy conscientes y queremos poder ejercerlas en plenitud, para ello, es necesario que quien nos gobierna, ofrezca herramientas que nos permitan evaluar y actuar de forma activa sobre lo que hace nuestro Ayuntamiento.