Las mediciones del tóxico cancerígeno lindane en el pantano de Oiola, del que bebe Barakaldo, se pueden estar haciendo de manera incorrecta y no registrar los niveles reales de contaminación. Así lo ha advertido ante el Tribunal Superior de Justicia el catedrático de Geodinámica de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Iñaki Antigüedad. El investigador, que ha realizado tres estudios sobre Oiola encargados por Gobierno Vasco —agencia de agua Ura—, ha explicado que la aparición de lindane en las aguas está relacionada con lluvias torrenciales y que, en la actualidad, las mediciones de realizan en periodos fijos, con independencia de si hay o no temporal, por lo que puede ocurrir que no se analice cuando el pesticida aparece. Antigüedad ha defendido, en este sentido, que es recomendable que las tomas de agua se hagan con frecuencia en momentos "peligrosos", cuando, según se ha comprobado, surge el lindane, que es al principio de las crecidas. El catedrático, que considera improbable encontrar el foco contaminante, ha alertado además del riesgo con los sedimentos del pantano y arroyos, porque puede pasar el posible tóxico de los lodos al agua tras sequías o por avenidas.
Archivo |
> 09/01/2015. Técnicos del Gobierno Vasco reevaluarán el pantano de Oiola donde apareció lindane
> 19/12/2014. Denuncian un incidente muy grave de contaminación con lindane en el embalse de Oiola
> 09/12/2014. Trapagaran pide a Barakaldo y al Consorcio que mantengan desconectados el embalse de Oiola
> 27/10/2014. La plataforma por la desconexión de Oiola denuncia que de nuevo entra lindane al embalse
> 19/10/2014. El Ayuntamiento no conectará Oiola hasta que no haya un informe favorable de Salud
En la vista oral ante el juez, los testigos de las instituciones públicas incurrieron en contradicciones en sus testimonios. Así, el responsable de Vertidos de la agencia vasca del agua Ura, José Errazkin, imputó a Sanidad del Gobierno Vasco la decisión de rebajar los controles del pantano, mientras la coordinadora de Salud Pública en la comarca, Concha Cadiñanos, señaló que la medida había sido adoptada desde la comisión técnica, de la que forma parte Errazkin.
El representante de Ura ha insistido ante el magistrado que "la hipótesis más probable es que el foco contaminante se esté agotando", si bien admitió que se buscó durante dos años el origen del vertido y no se ha podido encontrar. Además, pese a defender la intensidad de los controles, ha admitido que la Administración no conoció que el embalse estaba seco en septiembre hasta que los ecologistas alertaron. Aunque Errazkin expuso ante el juez que cree que la aparición de lindane se produce "tras un periodo de sequía y comienzo de lluvias", Ura no advirtió de la sequía porque, según dijo, los parámetros de contaminante no superaban los límites establecidos.
Cadiñanos, que ha sostenido que los controles son más duros que antes, ha declarado que el agua es segura en Barakaldo. La afirmación la ha repetido el testigo del Consorcio de Aguas, Jon Ander Etxebarria, que ha llegado a afirmar que beber del agua es "totalmente seguro".
