Foto: Irekia
• En abril un vecino de Barakaldo denunció un cobro de 350 euros por una revisión de la instalación de butano • Otro vecino denunció que dos hombres le exigieron 400 euros por una revisión del gas •La Ertzaintza ha advertido de un incremento de las estafas cometidas por falsos revisores de gas y también de los hurtos a cargo de delincuentes que se hacen pasar por operarios de estas empresas para sustraer al descuido bienes en los domicilios. Entre febrero y mayo se han investigado catorce denuncias en Bizkaia, dos en Araba y otras tantas en Gipuzkoa, pero es mayor el número de llamadas recibidas por la Ertzaintza que alertan de este tipo de hechos, sin llegar a denunciarlos al no haberse consumado los delitos. En las llamadas también se han dado casos de falsos revisores de instalaciones eléctricas y de suministro de agua.
Nota de prensa
Recogidas una veintena de denuncias en los últimos tres meses
La Ertzaintza constata un aumento de las revisiones de gas fraudulentas y de los hurtos cometidos por falsos operarios
La Ertzaintza ha detectado un incremento de las estafas cometidas por falsos revisores de gas y también de los hurtos a cargo de delincuentes que se hacen pasar por operarios de estas empresas para sustraer al descuido bienes en los domicilios. Entre febrero y mayo se han investigado catorce denuncias en Bizkaia, dos en Araba y otras tantas en Gipuzkoa, pero es mayor el número de llamadas recibidas por la Ertzaintza que alertan de este tipo de hechos, sin llegar a denunciarlos al no haberse consumado los delitos. En las llamadas también se han dado casos de falsos revisores de instalaciones eléctricas y de suministro de agua.
Servicio de Prensa
En los últimos meses ha aumentado el número de falsos empleados del gas que se personan en un domicilio y, mediante argumentos engañosos, una indumentaria “oficial” y una información en muchos casos intimidatoria, inducen al propietario a asumir el pago de una revisión innecesaria o al arreglo/sustitución de piezas que funcionan correctamente, exigiendo además retribuciones muy elevadas.
En abril, un ciudadano de Barakaldo denunció el cobro de 350 euros por una revisión de la instalación de butano, mientras a otro vecino de la misma localidad dos varones le exigieron 400 euros por una revisión de gas.
Casos similares se han registrado en otras localidades de la margen izquierda, como Santurtzi y Portugalete, así como en Bilbao. En la capital vizcaina, en el barrio de Deusto, un falso empleado sustrajo en febrero una partida de joyas, mientras en otro inmueble bilbaino un ladrón que había entrado con la excusa de comprobar unos ruidos en la fachada aprovechó para robar 450 euros de una cartera.
Un robo similar se produjo, a finales de abril, en otro punto de Bizkaia, en Markina, cuando dos varones lograron sustraer joyas tras acceder a un domicilio haciéndose pasar por fontaneros que iban a arreglar filtraciones de agua. También en Markina, un falso revisor de gas facturó 500 euros y, además, hurtó otros tres mil.
En Araba se han contabilizado dos denuncias y varios avisos similares, sobre todo en pequeños municipios. En Zalduondo, en febrero, los revisores intentaron cobrar 240 euros a un matrimonio de avanzada edad, además de tratar de robar en la vivienda. En Valdegobía, una víctima denunció en marzo una factura de 220 euros.
En Gipuzkoa, sendas denuncias registradas a mediados de mayo, en Donostia y Hondarribia, hacen referencia a dos intentos de estafa por revisores no autorizados. Los autores no consiguieron su objetivo y posteriormente fueron identificados por la Ertzaintza e imputados.
Recomendaciones
La Ertzaintza recomienda estar alerta ante este tipo de irregularidades y hechos delictivos que se han detectado tanto en zonas urbanas como en el medio rural. Conviene recordar que sólo los servicios técnicos autorizados de las empresas suministradoras de gas pueden revisar la instalación (obligatorio cada cuatro años) y que tienen la obligación de comunicar con antelación suficiente la fecha de la revisión. Los operarios deben ir convenientemente acreditados y, en caso de duda, las propias empresas recomiendan llamar a sus oficinas para confirmar la revisión. En cuanto a las calderas o calentadores (revisión obligatoria cada dos años), son los propios usuarios quienes deben contratar las revisiones con la empresa que deseen y acordar con ellas la fecha de la revisión.
Nunca debemos permitir acceder a nuestra vivienda a supuestos trabajadores que se presentan de manera inesperada, aunque lleven una vestimenta de empresa o una acreditación que, seguramente no podremos comprobar. Pueden intentar mediante engaño hacer una revisión que nosotros no hemos solicitado, una reparación innecesaria o aprovechar para sustraer objetos o dinero. Habitualmente trabajan en parejas: mientras uno nos distrae el otro consuma el hurto.
Conviene advertir especialmente a nuestros mayores, pues son las víctimas preferentes de este tipo de estafas.