Mariela Estévez Campos | Fotos cortesía del colegio Salesianos
El grupo de 25 alumnos polacos que llegó a Barakaldo el 19 de febrero ha dejado la ciudad tras una emotiva despedida, en la que no faltaron las lágrimas de los estudiantes barakaldeses que los acogieron en sus casas durante su estancia. Después de 10 días llenos de actividades, en los que han creado estrechos vínculos con sus compañeros, no se dijeron adiós sino solamente hasta luego, ya que en junio de este mismo año, 25 escolares de la anteiglesia viajarán a Ostrow Wielkopolski (Polonia). Hasta entonces, los participantes en este proyecto, que se enmarca en el programa Comenius de la Unión Europea, seguirán en contacto a través del blog que comparten ambos colegios.
“Todo ha resultado muy bonito, aunque agotador. Después de meses de preparación, por fin el encuentro se ha materializado y los chicos lo han vivido con mucha intensidad. Hemos conseguido que nuestros colegios, latiendo al unísono, dejaran de ser dos para convertirse en uno sólo”, señala uno de los responsables del proyecto, Óscar González.
Por otra parte, equipos mixtos de alumnos baracaldeses y polacos han competido en un concurso de conocimientos sobre ambos países en el que los participantes tenían que demostrar lo aprendido sobre el lugar de procedencia de sus compañeros.
Óscar González, que es además profesor de historia en el colegio, señala el importante papel que han jugado las familias de acogida y el enorme esfuerzo que han realizado, llegando incluso algunas madres a pedir días libres en el trabajo para poder atender mejor a sus invitados. “Tenemos unos padres que son de categoría”, señala. En cuanto a la adaptación de los jóvenes polacos, afirma que no hubo ningún problema, aunque los primeros días se mostrasen sorprendidos por las comidas, los horarios y porque no se bebiera té, infusión muy habitual en Polonia.