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Josu Distorsión | cantante del grupo punk-rock Distorsión
“A los nuevos grupos de Barakaldo les falta un poco de carisma y atrevimiento a lo Distorsión”

Iñaki, Ganso y Josu en el local de ensayo en Barakaldo

por Adela Estévez Campos | fotos cortesía de Distorsión

El grupo barakaldés Distorsión celebra su 30 aniversario este año y lo hace con la grabación, para su posterior publicación en DVD, del concierto que ofrecerá el próximo viernes 19 de julio en el Frontón Lasesarre, dentro de la programación de las fiestas del Carmen. Josu Distorsión, (guitarra y voz), Iñaki (bajo y coros) y Ganso (batería) son los actuales componentes de un conjunto que, en su primera época, grabó tres discos: ‘¡Ke buen dios!’, ‘Para kitar el stress’ y ‘En esta mierda de vida’. Tras casi una década de separación, la banda se volvió a reunir para conmemorar su 25 aniversario y desde entonces no ha abandonado los escenarios.

Pregunta. Con motivo del 30 aniversario del grupo van a grabar dos conciertos en directo. ¿Qué diferencias habrá entre ellos?
Respuesta. Los dos son especiales. Uno en casa, con colegas de Barakaldo; y otro en el Aupa Lumbreiras, festival al que acude siempre mucha gente a vernos y donde también contaremos con invitados.

P. ¿Cómo será el concierto en Lasesarre el 19 de julio?
R. Esperamos que haya ambientazo, como hubo en ese mismo escenario cuando tocamos en el verano de 2009. Estarán muchos colegas de Barakaldo que nos acompañarán en varios temas. Son gente de grupos del pueblo que tocan actualmente: El Lobo de Armañón, Pleonakis Plektos, Putakaska o Porco Bravo.

P. ¿Y la actuación en el festival Aupa Lumbreiras?
R. Será en Villena, Alicante, el sábado 17 de agosto, en el escenario grande. Allí tendremos también invitados e invitadas, en su mayoría de grupos que tocan en el festival, como Non Servium, Rat-zinger, Penadas por la Ley o Manifa, entre otros.

P. Distorsión nació en el búnker de San Vicente. ¿De quién partió la iniciativa?
R. En realidad el grupo es anterior al búnker. Se puede decir que nació en un 'gallinero' llamado La Cebollera a principios de los ochenta. La idea fue mía, quería hacer un grupo musical para dar rienda suelta a mi imaginación y decir las cosas que quería decir.

P. ¿Cómo eligió el nombre?
R. Buscaba algo relacionado con la música o la guitarra y lo saqué del pedal de guitarra que se utiliza para producir ese efecto. Lo gracioso es que no utilizo ese pedal hace décadas. Distorsión toca sin 'distorsión.

P. Se definen como grupo punk-rock. ¿A cuál de los dos estilos se sienten más cercanos?
R. No nos definimos como nada. No nos gustan las etiquetas.

P. Uno de los rasgos de la primera etapa de Distorsión era el humor. ¿Sigue siéndolo?
R. Por supuesto. Tener bien desarrollado el sentido del humor es síntoma de inteligencia. Si no nos reímos, ¿qué nos queda?

P. ¿De qué tratan sus canciones?
R. De casi todo. De la vida, pero sobre todo de pasarlo bien y no mirar con quién.

P. ¿Quién las compone?
R. Desde siempre las había compuesto yo solo, pero desde que están Iñaki y Ganso, parece que salen más entre los tres.

P. ¿Alguno de ustedes tiene formación clásica?
R. No. Para el estilo de música que hacemos no es necesario ser un virtuoso musical. Es muchísimo más importante saber trasmitir energía, alegría y emociones, tal y como parece que hacemos. Lo digo por las caras del público que vemos en los conciertos. Eso no se enseña en ninguna clase, pero es imprescindible para poder seguir 30 años después.

P. ¿Cuáles eran sus músicos de referencia en sus inicios?
R. Los principales son Chuck Berry, AC/DC, Ramones y Dr. Feelgood.

P. ¿Y ahora?
R. Exactamente los mismos.

P. ¿Qué diferencias encuentran entre el panorama musical de Barakaldo cuando empezaron y el de estos momentos?
R. Ahora quizá tengan más conocimientos musicales y más medios técnicos pero puede que falte un poco de carisma y atrevimiento, o sea, trasgresión a lo Distorsión.

P. ¿Cómo fue la grabación del primer disco ‘¡Ké buen Dios!’, en 1988?
R. Muy espontánea, bastante improvisada y fresca. Con mucha ilusión por ser el primer disco que sacábamos.

P. ¿Qué supuso Txomin para la banda?
R. Era una persona que en aquella época apostaba por grupos jóvenes de Barakaldo y alrededores. Ayudó a producir los primeros discos de bandas como Distorsión, Parabellum o Putakaska.

P. En 1991 graban su segundo disco, ‘Para kitar el stress’. ¿Qué diferencias tenía con el primero?
R. Hubo cambios en la formación, vinieron Tito al bajo y Ganso a la batería en lugar de Marce y Natxo. Eso afectó al sonido del grupo y el disco es algo diferente del anterior.

P. Después de un paréntesis de varios años, se vuelven a reunir para celebrar el 25 aniversario. ¿Qué han hecho en estos cinco años hasta ahora que van a celebrar el 30?
R. Desde 2009 Distorsión no ha parado. Han sido más de 50 conciertos en festivales, salas y 'gaztetxes' de todo el país. Especialmente destaca la actividad de este último año, desde que se incorpora Iñaki al bajo y vuelve Ganso, un batería incansable. Con ellos grabamos el año pasado el disco ‘20 T-Mazos’ que recupera 19 canciones de los anteriores discos y además contiene un tema nuevo, que es un pequeño adelanto del próximo trabajo en estudio en el que sólo habrá temas nuevos.

P. ¿Cómo ha recibido el público su vuelta a los escenarios?
R. Parece que tenemos buena acogida. Lo vemos en los conciertos. La gente se sabe las canciones, cantan y bailan. Son de varias generaciones. Algunos nos dicen “esto lo oía yo de joven” y otros “esto lo ponían mis aitas en casa cuando yo era 'txiki”. Además, y por desgracia, algunas canciones, con sus letras críticas, parece que están escritas ayer y no hace 30 años. Me temo que no hemos avanzado mucho como sociedad.

P. ¿Qué tienen previsto para los próximos meses?
R. Editar estas grabaciones en directo e ir preparando el próximo disco con temas nuevos, pero sin dejar de dar conciertos que es lo nuestro. A finales de verano, las fiestas de Zeberio y más adelante, Vitoria-Gasteiz.