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Desahucios | Opinión. La diferencia entre la rabia y la tristeza


Cristina Marcos Pérez*

He recibido un mensaje en el móvil, una mujer de Barakaldo se ha suicidado porque iban a desahuciarla. La primera reacción de mi cuerpo ha sido una especie de golpe en el estomago, de esos que te dejan sin respiración, y una acumulación de agua salada en los ojos. Tristeza, infinita tristeza ante lo injusto que es el mundo. Acto seguido, de mi garganta ha querido salir un grito, un grito que he controlado por esto de las normas sociales. Ese grito ya no era tristeza, era rabia, era enfado, era no poder permitir que esto vuelva a pasar. Supongo que habrás vivido la situación que estoy describiendo.

Archivo |> 09/11/2012. Se suicida la mujer de un exconcejal del PSE cuando iba a ser desahuciada en la zona Urban



Dicen algunas psicólogas que la diferencia entre estas dos emociones es que la tristeza es necesaria y buena para nosotras, cuando tenemos que aceptar que algo es como es (eso que llamamos resignación). Nos envuelve, nos protege y permite que nos curemos para seguir adelante. Por el contrario, la rabia es útil porque moviliza todos nuestros recursos para pasar a la acción, nos proporciona la energía necesaria para cambiar aquello que nos produce dicha emoción. Entonces está claro, al sistema, al poder económico, le interesa que creamos que el mundo no se puede cambiar, así viviremos en la tristeza en vez de en la rabia.

Y nos lo vamos creyendo, y llega el punto en el que una mujer decide quitarse la vida porque, avergonzada, sin hacerlo público, viviéndolo como responsabilidad propia, no ve salida. Nos han estado engañando con el cuento del "Estado de Bienestar", nos han permitido vivir por encima de nuestras posibilidades y mientras tanto han organizado las leyes, los ayuntamientos, las instituciones, la policía,... de manera que creamos que no podemos hacer nada.

¡No señoras, no! No podemos permitirlo, somos más que los cuatro (en masculino a posta) que manejan el cotarro, en el mundo, en España, en Euskal Herria o en Barakaldo. Despertemos nuestra rabia, saquémosla a la calle, transformémosla en creatividad, en creación de redes de solidaridad, de conocimiento de la que vive al lado. En trabajo común para conocer como está des-organizada nuestra sociedad y poder transformarla de raíz. Organizarla de manera que quepamos todas, que todas tengamos nuestras necesidades básicas cubiertas, que tengamos derechos y deberes ciudadanos reales, que valores como la ecología, la igualdad, el respeto, el derecho a decidir no sean utópicos.

¿Suena panfletario? ¿Quién te ha hecho creer que esto es panfletario? ¿Qué todo esto es imposible? Las mismas personas que prefieren que vivas la tristeza en vez de la rabia.

Cristina Marcos Pérez

* Cristina Marcos Pérez fue concejala de Barakaldo por ANV