La lluvía no ha querido perderse el inicio de las fiestas de Beurko-Bagatza y ha deslucido el comienzo de los festejos. El agua, el viento y el frío que se notaba tras la bajada de temperaturas, no ha aplacado las ganas de divertirse de los que se han acercado a la plaza. Cubiertos por paraguas, muchos han esperado para poder comer sardinas asadas y los más valientes han realizado el paasacalles por el barrio bajo un fuerte aguacero. Pasadas las 20.00 horas se ha leído el pregón en el que se ha tenido un recuerdo para aquellas personas a las que afecta el paro y la precariedad, las mujeres que sufren el sexismo o los vecinos marginados por la xenofobia. Además, se ha destacado que las fiestas son una herramienta para cambiar el barrio y se ha animado a los vecinos a participar en las actividades programadas.
