"Nos ha obligado a cuestionarnos la supervivencia del centro". La afirmación es de la directiva del Círculo Vallisoletano Castellano-Leonés de Barakaldo, que se ha visto obligada a cerrar las puertas de su bar debido a su inviabilidad como negocio, y se enfrenta, por ello, a una crisis —especialmente económica— que pueden poner en riesgo el futuro de esta asociación cultural. De momento, siguen en marcha sus actividades, como los certámenes de poesía 'Pucela' y de fotografía 'Los ojos de Pucela'. Sin embargo, los responsables admiten que "la juventud actual tiene otras inquietudes" y por eso pretenden atraer a hijos y nietos, "sin abandonar las raíces" pero adaptándose "a los nuevos tiempos". La calle Castor Andechaga, en donde está la sede, "está prácticamente muerta", por lo que el local apenas tenía ya clientes, ante lo que la dirección apuesta bien por la reforma —250.000 euros y sin garantía porque el barrio no tiene vida— bien por el traslado a una zona cercana —unos 650.000 euros—, para tener instalaciones con salón de actos, aula de talleres, biblioteca y bar. Además de un préstamo, el centro confía en conseguir aportaciones públicas y privadas que hagan posible su proyecto.
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