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El Ayuntamiento dice que el control del fraude y el cambio de requisitos hace bajar la demanda de ayudas sociales por tercer año consecutivo

• Se darán ayudas a los que no puedan hacer frente a sus hipotecas para evitar desahucios  En 2011 hubo 1.678 solicitudes de ayudas de las que se concedieron 1.066 • En 2010 hubo 2.394 solicitudes y 1.440 ayudas concedidas 
El Ayuntamiento ha destacado que por tercer año consecutivo se ha reducido la demanda de ayudas sociales. El primer día de plazo para concertar una cita con los servicios sociales para tramitar las Ayudas de Emergencia Social (AES) y las Ayudas Económicas Municipales (AEM) se dieron 973 citas, frente a las 1.147 realizadas en 2011, lo que supone 174 peticiones menos y una reducción de más del 15%. Para el Ayuntamiento, esta reducción de la demanda de ayudas se debe al mayor control del fraude y al cambio de los requisitos por parte del Gobierno vasco, "medidas todas ellas encaminadas a hacer llegar las ayudas a quienes realmente las merecen".

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Nota de prensa
Se reducen en un 15% las citas para solicitar ayudas sociales en Barakaldo

El mayor control del fraude y el cambio de los requisitos por parte del Gobierno vasco hacen caer la demanda por tercer año consecutivo

El Ayuntamiento habilita subvenciones para cubrir impagos de hipotecas con el fin de evitar desahucios por la crisis económica

Barakaldo, 7-2-2012
La demanda de ayudas sociales se reduce por tercer año consecutivo en Barakaldo. El área de Acción Social del Ayuntamiento abrió ayer el plazo para pedir una cita en la que tramitar las Ayudas de Emergencia Social (AES) y las Ayudas Económicas Municipales (AEM) y, de nuevo, los datos estuvieron muy lejos de los reflejados en el último ejercicio. El primer día para realizar peticiones, cuando se efectúan normalmente el grueso de las llamadas telefónicas, se dieron 973 citas por las 1.147 realizadas en 2011, lo que supone 174 peticiones menos y una reducción de más del 15%.
Los responsables del área explican esta importante rebaja por la coincidencia de dos factores: el mayor control del fraude por parte del propio Ayuntamiento y la Policía Local y el cambio de los requisitos por parte del Gobierno vasco, la institución competente en la materia. Medidas todas ellas encaminadas a hacer
llegar las ayudas a quienes realmente las merecen.
La forma para solicitar cita es exclusivamente telefónica a través de dos números de teléfono: el 94 478 95 77 (que estará activado sólo hasta mañana miércoles para cubrir la alta demanda prevista para los primeros días) y el 010. En este último caso, el número está activo si se llama de un teléfono fijo de Barakaldo. En caso contrario, hay que marcar el 94 478 92 00.
Se han habilitado catorce extensiones diferentes para coger las citas telefónicas, con el fin de atender las solitudes con rapidez. No obstante, muchas personas que piden cita no acaban pasándose por el área de Acción Social.
INFORMACIÓN Y TRANSPARENCIA
Un año más, el Ayuntamiento ha informado de la apertura del plazo para solicitar estas ayudas a través de todos sus canales de comunicación: un destacado en la página web municipal (www.barakaldo.org), una rueda de prensa y posterior nota de prensa de la concejal delegada del área, un anuncio en el tablón del Servicio de Atención Ciudadana (SAC) y otras instalaciones locales, la página 3 del periódico municipal y un anuncio oficial insertado, tal y como indica el reglamento municipal, en el periódico de mayor tirada del territorio histórico. Un amplio ramillete de medidas para garantizar el acceso a la información y la transparencia del proceso.
Una de las novedades de las ayudas de este año es la recuperación por parte del Ayuntamiento, pese a no ser competente en la materia, de un concepto subvencionable suprimido el año pasado por el Gobierno vasco: el que hace referencia a los préstamos hipotecarios. Se trata de una iniciativa especial y puntual introducida para evitar los desahucios de personas afectadas por la crisis.
Se concederá una ayuda por un máximo de 3.000 euros anuales cuando haya menores en la unidad convivencial o se tenga una notificación de desahucio. También entrarían en este grupo quienes reciban pensiones bajas de viudedaz. El resto de personas que acrediten no poder hacer frente a la hipoteca recibirá un máximo de 2.400 euros al año.
Todos los casos serán analizados pormenorizadamente por una trabajadora social para evitar el fraude o que las subvenciones lleguen a manos de personas que sí pueden hacer frente a la hipoteca y no lo hacen por razones ajenas a la crisis.
MECANISMOS CONTRA EL FRAUDE
El año pasado hubo 1.678 solicitudes entre las Ayudas de Emergencia Social y las Ayudas Económicas Municipales. De esas peticiones, 1.066 se concedieron, mientras que 498 fueron denegadas por no cumplir los requisitos y 114 desistieron; es decir, se les solicitó la documentación correspondiente pero no la presentaron.
El número de solicitudes y concesiones fue sensiblemente inferior a las recogidas en 2010, cuando hubo 2.394 solicitudes y 1.440 ayudas concedidas, 825 de ellas denegaciones y 93 desistimientos.
La institución local tiene activados diversos mecanismos para detectar el fraude. Los más destacados son la coordinación con otros departamentos municipales: Estadística, que es el encargado del padrón municipal, y la Policía Local. En el primer caso se cotejan y cruzas los datos de empadronamiento que presentan los solicitantes. En el segundo, se trabaja con los agentes en la emisión de certificados policiales ante cualquier duda que surja a la hora de emitir el informe correspondiente por parte de la trabajadora social.
Si es necesario, los policías se presentan en la vivienda del solicitante para comprobar quién vive allí. El año pasado se solicitaron 27 informes de convivencia y a consecuencia de dicho informe se denegaron 17 solicitudes, al detectarse que los datos facilitados a la trabajadora social no eran reales.
Además, este año se ha desarrollado gracias a la implicación de diferentes departamentos una aplicación informática donde se recoge toda la información que el solicitante presenta y existe relación con las trabajadoras sociales de base para completar la misma.