El Ayuntamiento ha entregado a la Fundación Miranda la Medalla de Oro de la Anteiglesia, la máxima condecoración honorífica que se puede conceder a un colectivo de la ciudad, coincidiendo con la celebración del centenario de esta entidad. La concesión de la medalla, propuesta por varios colectivos culturales y populares, ha sido aprobada por unanimidad de todos los grupos políticos.
Nota de prensa
El alcalde entrega a la Fundación Miranda la Medalla de Oro de Barakaldo, la máxima distinción honorífica de la ciudad
Tontxu Rodríguez destaca la gran labor social en favor de las personas mayores que ha realizado la entidad en sus 100 años de historia
Barakaldo, 24−11−2011
El alcalde de Barakaldo, Tontxu Rodríguez, ha hecho entrega hoy a la Fundación Miranda de la máxima condecoración honorífica que se puede conceder a un colectivo de la ciudad: la Medalla de Oro de la Anteiglesia. La iniciativa coincide con la celebración del centenario de la constitución de la histórica entidad y ha sido aprobada por unanimidad de todos los grupos políticos en una sesión extraordinaria celebrada con antelación. El presidente de la Fundación, Jokin Perea, se ha encargado de recoger la medalla y el diploma conmemorativo.
La condecoración se ha concedido de acuerdo al Reglamento Municipal de Honores, Distinciones y Ceremonias. Es la tercera ocasión en la que se otorga la Medalla de Oro de la Anteiglesia de Barakaldo. En diciembre de 2004, las víctimas del terrorismo y nacidas o asesinadas en el término municipal fueron el primer colectivo en recibir la distinción.
Posteriormente, en noviembre de 2009 se aprobó entregar la medalla a título póstumo al Inspector Jefe del Cuerpo Nacional de Policía Eduardo Puelles, asesinado por ETA el 19 de junio de ese mismo año y natural de la segunda urbe vizcaína.
La propuesta de conceder esta distinción municipal a la Fundación Miranda partió de la Asociación de Vecinos de San Vicente, y ha contado con la adhesión de otras entidades culturales y populares significativas del barrio, como la Parroquia San Vicente Mártir, la asociación cultural Laguntasuna, la Unión Sport, la Asociación Cultural Amigos de Barakaldo, la Schola Cantorum y la Asociación Fotográfica Denbora.
UN EJEMPLO DE SOLIDARIDAD
Durante su intervención, Tontxu Rodríguez ha destacado la gran labor social en favor de las personas mayores que ha realizado la entidad en sus 100 años de historia. “Se puede afirmar, sin ningún género de dudas, que el mandato dejado por Don Antonio Miranda Arana en su testamento de levantar un asilo donando los medios económicos suficientes para hacer realidad el proyecto ha sido un tremendo éxito. Y ha sido así porque todas las personas que han pertenecido y pertenecéis a la Fundación habéis dado un ejemplo de cómo ayudar a un colectivo tan importante como el que representan las personas mayores”, ha expuesto el alcalde baracaldés.
Tontxu Rodríguez ha aprovechado la ocasión para echar la vista atrás y destacar el esfuerzo realizado por muchos baracaldeses y baracaldesas para sacar adelante aquel proyecto ideado por Antonio Miranda.
Rodríguez ha animado asimismo a los responsables de la Fundación a seguir “dibujando sonrisas” en los mayores de la ciudad y continuar prestando un servicio “exquisito”. En este sentido, ha destacado el trabajo realizado por los sucesivos directivos/-as y trabajadores/-as que a lo largo del siglo de historia de la entidad han gestionado “un servicio asistencial de primera calidad que ha colocado a Barakaldo a la cabeza de la atención a las personas mayores”.
206/23/2011-1.- Entrega de la Medalla de Oro de la Anteiglesia de Barakaldo a la FUNDACIÓN MIRANDA, en conmemoración del centenario de su creación.- En primer lugar, los señores miembros de la Junta del Patronato de la Fundación Miranda hicieron su entrada en el Salón de Sesiones precedidos por los txistularis. Tras el aurresku de honor, el Sr. Alcalde-Presidente abrió un turno de intervenciones para que los Sres. Portavoces de los grupos políticos municipales expusieran lo que tuvieran a bien, dando la palabra, en primer lugar, a la Sra. MARTÍNEZ RAMOS, Portavoz del GRUPO MIXTO, BARAKALDO-KO EZKERRA, quien dijo: Bienvenidos a esta Corporación constituida hoy en Pleno. Voy a ser muy breve porque entiendo que el protagonismo de un acto como el de hoy no es lógi-camente para ninguno de los grupos políticos aquí representados, sino para aquellos a quienes con esta distinción se hace un reconocimiento a la labor social que durante todos estos años, ni más ni menos que cien, la Fundación Miranda ha tenido en este municipio; esa labor social, esa inquietud, esa preocupación por mejorar la calidad de vida y la aten-ción de las personas, de los ciudadanos y ciudadanas de Barakaldo está aquí representada a través de su Presidente y los distintos representantes que vienen hoy aquí a recoger este merecido galardón. Al final la Fundación Miranda es ya una institución con su propio nom-bre, asentada en este municipio y que exige todo nuestro reconocimiento y esperamos que siga haciendo su labor en pos de mejorar, como han venido haciendo hasta ahora, la cali-dad de vida de aquellos ciudadanos y ciudadanas de Barakaldo que más lo demandan.
Muchas gracias y que siga este reconocimiento para la labor, no solamente de los representantes de los trabajadores, sino de toda la trayectoria en todos estos años.
Intervino, a continuación, el corporativo del grupo municipal BILDU, Sr. RAHONA URQUIZA, para poner de manifiesto lo que a continuación se indica: Bienvenidos. Como ya manifestamos en el Pleno anterior en el que se propuso y aprobó por unanimidad la distin-ción del Ayuntamiento de Barakaldo a la Fundación Miranda por esos cien años de trabajo intenso con las personas mayores del municipio, desde Bildu queremos manifestar hoy, en el día de la imposición de dicha distinción, que apoyamos, como no puede ser de otra for-ma, este acto y que estamos orgullosos de tener en Barakaldo esta Fundación que tanto bien y tanto cariño ha dado durante tantos años a nuestros mayores. Mayores, personas con las que estamos en deuda y tanto debemos respetar y cuidar y en la sociedad que nos ha tocado vivir a veces nos olvidamos de quiénes son y qué representan. Por eso desde aquí hacemos un llamamiento a toda la sociedad para recuperar esos valores que se están perdiendo o, cuanto menos, debilitando. Afortunadamente la Fundación Miranda es un ejemplo de cómo se hacen bien las cosas y que se tienen que seguir imponiendo los valo-res éticos y morales y seguir trabajando con nuestros mayores desde el respeto y sobre todo desde el cariño porque, entre otras cosas, es devolverles lo que ellos y ellas han hecho durante tantos años por nosotros y nosotras. Por ello nuestra más sincera y cariñosa felicitación a la Fundación Miranda. Zorionak.
Seguidamente, hizo uso de la palabra la Portavoz del grupo municipal PARTIDO POPULAR DE BARAKALDO, Sra. FERNÁNDEZ ANGULO, para señalar lo siguiente: En la sesión plenaria ordinaria que se celebró el pasado día 28 de octubre ya tuvimos ocasión, intervino Zoe Nubla, de resaltar las virtudes que desde luego acompañan a la trayectoria centenaria de la Fundación, que sin duda la hace merecedora de la más alta distinción que concede este Ayuntamiento, que es la Medalla de Oro de la Anteiglesia de Barakaldo; por lo que en este momento solo queda reiteraros nuestro agradecimiento por todo lo que hab-éis hecho en favor de uno de los colectivos más débiles, uno de los eslabones más débiles de entre quienes componemos la sociedad barakaldesa, nuestros mayores, y ofreceros nuestra colaboración y apoyo para que la podáis continuar en el futuro.
Para nosotros, para el Partido Popular de Barakaldo, esta Medalla simboliza sentido agradecimiento y espero un mayor apoyo y colaboración institucional. Muchas gracias.
En calidad de Portavoz del grupo municipal EUZKO ALDERDI JELTZA-LEA/PARTIDO NACIONALISTA VASCO, la Sra. DEL CAMPO BERASATEGUI, señaló: Cien años. Estos últimos meses hemos tenido el honor de asistir a varios homenajes y premios a la Fundación Miranda, todos ellos merecidos e insuficientes si tenemos en cuen-ta la gran labor social que han desarrollado a lo largo de su historia en Barakaldo. La Fun-dación Miranda es una parte importante del pasado y del presente de nuestro pueblo y es-tamos convencidos de que también lo será de nuestro futuro.
Como barakaldesa he conocido la labor de la Fundación Miranda, del Asilo Miranda, por las historias que he oído contar en mi casa. Esas historias me han hecho apreciar y valorar la generosidad de Antonio Miranda y de los hombres y mujeres que han trabajado durante todos estos años en esta institución. En nombre del Partido Nacionalista Vasco de Barakaldo quiero trasladar a todos ellos nuestro agradecimiento por su trabajo y por su entrega.
La entrega de esta Medalla es solo un pequeño reconocimiento del pueblo de Bara-kaldo a la ayuda que la Fundación Miranda ha prestado siempre a los barakaldeses y bara-kaldesas que más lo han necesitado y una muestra del apoyo que este Consistorio seguirá prestando, seguro, siempre a la Fundación Antonio Miranda.
Zorionak eta mila esker bihotz-bihotzez.
A continuación, el Portavoz del grupo municipal SOCIALISTAS VASCOS/EUSKO SOZIALISTAK, Sr. GARCÍA ALONSO, hizo su exposición en los siguientes términos: Bue-nas tardes y bienvenidos a todos y a todas.
Evidentemente en Barakaldo hablar de la Fundación Miranda y de su fundador, An-tonio Miranda Arana, es hablar de SOLIDARIDAD (con mayúsculas), es hablar de filantrop-ía, de entrega a los demás, de generosidad sin límites, de desapego a los bienes materia-les en favor de los necesitados, de los débiles, de los que menos tienen y, por tanto, más necesitan.
En un momento en el que las administraciones públicas carecían de los recursos necesarios y suficientes para atender unas necesidades sociales más que evidentes emer-gió la figura de Antonio Miranda y de su Fundación para tratar de dar respuesta a aquellos que más lo necesitaban, y en aquel momento, a juicio de D. Antonio Miranda, quienes más lo necesitaban eran los mayores de Barakaldo y a tal fin legó una fortuna tremendamente considerable para la época, ni más ni menos que 2.542.407 pesetas de los primeros años del pasado siglo, casi nada. Y todo ello al objeto de establecer una Fundación que se ocu-para de un colectivo con enormes carencias en aquellos momentos, un legado que, cien años después, aun perdura a través de la Fundación Miranda, encargada de atender las necesidades de nuestros mayores también hoy, un siglo después. Y es por eso, por la de-dicación para con los más necesitados que a lo largo de cien años ha venido realizado la Fundación Miranda en nuestro municipio por lo que en el día de hoy se va a proceder a la entrega de la Medalla de Oro de la Anteiglesia de Barakaldo a dicha entidad, un galardón reservado para unos pocos, para los pocos elegidos que, de uno u otro modo, como es vuestro caso, han antepuesto intereses personales en favor de la comunidad y concreta-mente de un colectivo tan necesitado de afecto, cuidado y atención como es el de nuestros mayores. Por todo eso y por mucho más creo que es de justicia la entrega de esta Medalla por parte del Alcalde de Barakaldo a la Fundación Miranda, esperando al menos otros cien años de dedicación y entrega en favor de quien más lo necesite, por todo lo cual el grupo municipal socialista se suma a este merecido homenaje y brinda todo su apoyo y recono-cimiento, como ha venido haciéndolo siempre, a la Fundación Miranda. Muchas gracias.
Finalizado el turno de intervenciones de los Sres. Corporativos, el Sr. Alcalde Presi-dente cedió la palabra al Sr. D. JOAQUÍN PEREA GONZÁLEZ, en su calidad de Presiden-te de la Junta del Patronato, el cual, en el uso de la palabra y dirigiéndose al público asis-tente al acto, se expresó en los siguientes términos: Ilustrísimo Sr. Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Barakaldo, señores concejales. No se pueden ustedes imaginar la pro-funda alegría que me embarga a mí, un viejo barakaldés, que me asomé a la vida desde una ventana de esta bella plaza de Los Fueros, entonces más bella aun por sus jardines, y que contemplaba frente a mí el noble edificio de la Casa Consistorial de cuyo interior surg-ían los ambiciosos proyectos de aquel Barakaldo recién nacido a la República, bajo la di-rección de los Alcaldes Simón Beltrán y Eustaquio Cañas.
Yo siempre oí desde niño a mis mayores palabras de admiración y respeto para una institución de esta Anteiglesia que, aunque entonces apenas había superado los veinte años de edad, era ya considerada y apreciada como uno de los referentes ineludibles de lo más noble y generoso de la sociedad barakaldesa: el en aquella época llamado “Asilo Mi-randa”.
El cuidado cariñoso, la atención delicada y singular para con los ancianos era un ejemplo vivo para todos los que queríamos aprender por experiencia lo que significaba ser ciudadanos honestos, conscientes de sus deberes cívicos, empeñados en transformar nuestra sociedad egoísta en una casa familiar acogedora para todos, especialmente para los más pobres, para los más necesitados.
Es precisamente por eso por lo que la concesión de la Medalla de Oro de la Ante-iglesia de Barakaldo a la Fundación Miranda es causa para nosotros de orgullo legítimo y de agradecimiento cordial y efusivo.
De orgullo en primer lugar. El orgullo al que me refiero no es de ninguna manera el mío personal, ni el de la Junta del Patronato. Es un orgullo que trepa por ese árbol añoso que a lo largo de un siglo ha acogido bajo su sombra a tantos cientos de mayores a quie-nes hemos querido considerar hermanos nuestros, iguales en dignidad, merecedores de todo respeto. Ellos son los destinatarios y los directamente honrados por esta Medalla; ellos son los que nos enorgullecen.
En segundo lugar, agradecimiento caluroso y sincero, agradecimiento de “bien na-cidos”. Desde luego, a todas las instituciones, entidades y asociaciones que se han hecho la voz de este pueblo solicitando la concesión de tan grande honor, pero sobre todo y prin-cipalmente agradecimiento público, sentido, solemne a este Consistorio que ha sabido re-coger y hacer suyo el cariño popular hacia la Fundación Miranda.
Cuando el filántropo barakaldés determinó en los estatutos de la Fundación que el Alcalde del municipio fuera el Vicepresidente primero de la misma no lo hizo por una mera concesión a la galería, ni por simple protocolo, ni por adornarle con un relumbrón innecesa-rio. Lo que Antonio Miranda intuía en los albores del siglo XX era que los problemas socia-les de un pueblo, un pueblo con mayúsculas o con minúsculas, solo pueden resolverse mediante el recurso a los principios de solidaridad y subsidiariedad.
Un siglo después comprendemos lo bien fundado de aquella intuición. El Ayunta-miento, en su función indeclinable de gestor del bien social del municipio y esta institución privada sin ánimo de lucro que es nuestra Fundación, queremos trabajar de consuno para que se haga realidad que “lo mejor es para nuestros mayores”.
Estamos persuadidos de que resulta imprescindible mantener la interlocución con la administración pública porque nuestra misión de atender a las necesidades inmediatas de los mayores es insuficiente si no se promueven también cambios estructurales de la socie-dad con el fin de lograr condiciones de vida cada vez más dignas para los ciudadanos y ciudadanas necesitadas. La ayuda directa a las personas debe ser completada en la socie-dad moderna, con decisiones y opciones de carácter político.
Esas opciones les corresponden a ustedes en su noble tarea de servidores del bien común. Nosotros estamos dispuestos y nos comprometemos a colaborar gustosamente codo con codo. Es deseo sincero de la Junta del Patronato y mío personal acrecentar nuestra mutua cooperación buscando fórmulas nuevas y originales que vayan siempre diri-gidas a un mejor servicio a los mayores.
Termino mis palabras con una mirada dirigida a la Medalla que nos conceden. El oro, el metal más valioso de los conocidos, ha sido en la cultura de todos los pueblos, des-de tiempos ancestrales, expresión y símbolo de lo mejor que puede regalarse a una perso-na. Os aseguramos, apreciados representantes del municipio, que conservaremos esta Medalla “como oro en paño”, con el aprecio que se merece por el don inestimable que sig-nifica.
La esperanza que tenemos puesta en un futuro más espléndido nos lleva al com-promiso de ser fieles a esta Medalla, brillando en nuestra entrega a los mayores con res-plandor de 24 quilates.
Muchas gracias.
Seguidamente, el Sr. ALCALDE-PRESIENTE, pronunció el discurso que a conti-nuación se señala: Muchas gracias, Sr. Presidente, señoras y señores corporativos, Presi-dente de la Fundación Miranda, queridos señores del Patronato, señoras y señores, bue-nas noches ya y bienvenidos a este Salón de Plenos del Ayuntamiento de Barakaldo.
Como Alcalde es un honor presidir este acto de entrega de la Medalla de Oro de Barakaldo a una institución tan arraigada en nuestra ciudad como la Fundación Miranda. El mandato dejado por D. Antonio Miranda Arana en su testamento para levantar un asilo y a la par donar los medios económicos suficientes para hacer realidad este proyecto, está claro que ha sido un tremendo éxito y lo es ahora porque todas las personas que han per-tenecido y pertenecen a la Fundación dais un ejemplo de cómo ayudar a un colectivo tan importante como el que representan las personas mayores La lista de personas que han hecho posible el sueño de D. Antonio Miranda es interminable, pero permítanme que cite a un insigne barakaldés y arquitecto, D. Ismael Gorostiza, que redactó el proyecto para le-vantar, con una tremenda celeridad, en tan solo cuatro años, el primer asilo de la Funda-ción y que ahora acoge nuestro Conservatorio de Música. Y, cómo no, los cientos de traba-jadores, directivos, patronos, y Hermanas de la Caridad que han gestionado y gestionan con éxito un servicio asistencial que se sitúa en la primera línea en la atención a las perso-nas mayores. Incluso esta Fundación tiene el honor de tener entre sus patronos a un Hijo Predilecto de Barakaldo.
Pero llegar hasta aquí no ha sido fácil; cien años de vida y cien años de historia. Cambios legislativos; una guerra civil que dividió al país en dos Españas; apuros económi-cos; cambio de ubicación al actual edificio. Josu Sagastagoitia, Txema Rodríguez Orrantia y Carlos Pera como Alcaldes democráticos de este Ayuntamiento de Barakaldo a los que también creo que se les debe brindar este reconocimiento porque fueron, como bien se ha dicho, Vicepresidentes primero de esta Fundación, y, por supuesto, a los residentes, resi-dentes que son los que avalan el reconocimiento que hoy les damos.
Así las cosas, cuando un amplio ramillete de asociaciones vinculadas con el barrio de San Vicente me enviaron la solicitud para conceder este galardón a la Fundación Miran-da, tuve tres cosas claras: primero, que el Ayuntamiento lo debía hacer; que todos los gru-pos municipales iban a apoyar esa propuesta; y que los barakaldeses y barakaldesas se lo debíamos a D. Antonio Miranda porque somos muchos los barakaldeses que, de una u otra forma, hemos tenido alguna relación con la Fundación Miranda, con la residencia o con los residentes.
No sé si los que estamos hoy aquí, igual sí, estaremos también dentro de cien años, pero los que nos sucedan que sigan haciendo sentir a los residentes que continúan estan-do en su casa porque a los mayores nunca les debe faltar la felicidad que desde la resi-dencia se les otorga. Y háganlo por Barakaldo y por sus gentes porque, después de cien años, ha merecido la pena. Enhorabuena por el mayor galardón que la ciudad de Barakal-do puede otorgar a una persona o a una institución.
A continuación, el Sr. Alcalde-Presidente se refirió a la aprobación, por unanimidad (mayoría absoluta), de la propuesta de concesión de la MEDALLA DE ORO DE LA ANTEIGLESIA DE BARAKALDO A LA FUNDACIÓN MIRANDA, en conmemoración del 100 aniversario de su creación, mediante acuerdo plenario nº 175/20/2011-2 adoptado en sesión ordinaria nº 20/2011, de 27 de octubre.
Con posterioridad, acompañado de los Portavoces de los grupos políticos municipa-les presentes en el Salón de Plenos, así como de la Concejala Delegada del Area de Ac-ción Social, procedió a la entrega de la Medalla de Oro de la Anteiglesia de Barakaldo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 12, apartado 2 del Reglamento de Honores, Distinciones y Ceremonial.
Finalmente, el Sr. PEREA GONZÁLEZ firmó en el Libro Registro de Distinciones Honoríficas, tras lo cual, y no habiendo más asuntos que tratar, la PRESIDENCIA levantó la sesión, siendo las veintiuna horas y tres minutos, de la que se extiende la presente Acta, de todo lo cual, como Secretario General, CERTIFICO.