El equipo de gobierno socialista ha asegurado que la mujer que exige un piso de alquiler social "lleva cuatro años impecablemente atendida por los Servicios Sociales" y la ha acusado de querer únicamente las ayudas económicas. A través de una nota, la concejal de Acción Social, Amaya Rojas, ha afirmado que la mujer recibe más de 1.200 euros de ayudas sociales que "son suficientes para que pueda pagar un alquiler y mantener a su familia" y la recomienda que busque un piso con un alquiler más asequible que no esté en el centro del municipio.
Nota de prensa:
La mujer que exige un piso de alquiler barato se ha negado a recibir atención de los Servicios
Sociales y sólo quiere ayudas económicas
Con más de 1.200 euros de ingresos mensuales de ayudas públicas, bastaría con que dejara de vivir en el centro de la ciudad y optase por pagar un alquiler más asequible para resolver su situación
Barakaldo, 3−5−2011
Ante la protesta realizado hoy por la ciudadana Ana Belén Araujo Escudero frente al Ayuntamiento de Barakaldo para reclamar un piso de alquiler barato, la concejal de Acción Social, Amaya Rojas, se ve obligada a dar a conocer públicamente que la versión ofrecida por esta mujer a los medios de comunicación -los cuales son confidenciales y obran en el poder de los Servicios Sociales Municipales- no se corresponde con la realidad.
En este sentido, hay que dejar claro lo siguiente:
- El Ayuntamiento de Barakaldo no va a permitir la mentira y la manipulación en un tema tan sensible como la vivienda y las ayudas sociales.
- Ana Belén Araujo ha recibido toda la atención que ha solicitado y lleva cuatro años impecablemente atendida por los Servicios Sociales con un equipo de profesionalidad intachable.
- A día de hoy la mujer ha rechazado toda atención o ha abandonado la atención que recibía y únicamente se acoge mensualmente a las prestaciones económicas.
- Los ingresos económicos de Ana Belén Araujo (más de 1.200 euros, como ella misma admite), procedentes todos ellos de ayudas públicas, son suficientes para que pueda pagar un alquiler y mantener a su familia.
Lo que no se puede, con esos ingresos, es intentar vivir en pleno centro de la ciudad, con el coste que ello acarrea. Su problema, por tanto, no es económico. Bastaría con cambiar de lugar de residencia -hay pisos de alquiler mucho más baratos en el municipio- para que viviera mucho más holgada. ¿Cuántos baracaldes@s, trabajando a jornada completa y sin ayudas sociales, son
capaces de salir adelante con unos ingresos inferiores a los suyos?
- La situación familiar que dice tener Ana Belén Araujo no se corresponde con la
realidad.
El Ayuntamiento quiere dejar claro, además, que el trabajo social no es sólo facilitar la vida con el cobro de prestaciones. Los servicios sociales se deben entender como mecanismos de trabajo que nos gestionen derechos pero también deberes y obligaciones. No nos podemos quedar únicamente en la parte de la Ley que nos protege y nos ayuda.
El área de Acción Social lamenta asimismo que ciertos colectivos de Barakaldo no se hayan caracterizado en este caso por ser cautelosos y responsables, y tengan por costumbre dar por buenas versiones de personas sin contrastar las informaciones, apuntando para más inri con el dedo a personas o instituciones y prejuzgandólas sin ningún rubor. La demagogia es sencilla, pero no es una forma de proceder aceptable en casos tan sensibles como éste.
