Por Koldo Llorente | Fotos de Josune Barguerias
Tiene 22 años, empezó a escribir con tan sólo seis. Josune Barguerias, estudiante de periodismo en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha expuesto sus fotografías acompañadas con relatos en el Centro de Información Juvenil Gaztebulegoa durante el mes de febrero. Textos y fotos que giran en torno a los sentimientos, “que pueden ser buenos, agradables, malos o incluso destructivos”. La joven encuentra inspiración en cualquier pequeño detalle. “Cuando escribo casi siempre empiezo pensando en algo que haya vivido o que me haya llamado la atención, y acabo añadiéndole fantasía, cosas que me gustaría que pasaran o que espero que no lo hagan”.
P. ¿Cómo define su fotografía?
R. Busco fotos que expresen mi estado de ánimo. Generalmente me fijo mucho en eso. Cuando voy por la calle y veo algo bonito, lo enmarco con mis manos y digo: hombre, ésta sería una buena foto. Me encanta buscar detalles raros. Por ejemplo, tengo una fotografía, que es de mis favoritas, donde sólo aparecen unas palomitas. Me gusta porque me evoca su olor, la sal en la lengua y la película con la que las suelo acompañar. Me interesa mostrar la parte del mundo que ven mis ojos, los detalles de la vida que a mí me gustan y que quiero que los demás también vean.
P. ¿Esas fotografías están unidas al texto que las acompaña?
R. Sí. Cuando saco una buena fotografía, siempre imagino el texto que la acompañaría, y si escribo algo que me gusta, imagino el guión y posterior cortometraje que saldría de ahí. En el fondo, todas mis pasiones se unen en una.
P. ¿Qué tipo de textos son?
R. Escribo relatos cortos, microrelatos o cuentos. Es más de lo mismo, excepto en mi blog. Generalmente, aunque suene mal decirlo así, en el blog escribo para mí. Es una especie de terapia. Dicen que hablar con uno mismo es bueno y a mí me da resultado. Cuando escribo algo real, sobre mí, me ayuda a aclarar mis sentimientos. Si lo que escribo es ficticio, de igual modo, ya que siempre acabo metiendo en mis relatos algo de mi forma de ser. La gente describe mis textos como sentimentales y sí, es cierto. Mis textos giran en torno a los sentimientos. Buenos, malos, agradables o destructivos. Pero hay mucho sentimiento. En eso también hay parte de mí porque yo me guío más por ellos que por la razón.
P. ¿En qué se inspira?
R. En todo y en nada. Cuando escribo casi siempre empiezo pensando en algo que haya vivido o que me haya llamado la atención, cualquier pequeño detalle. Y acabo añadiéndole fantasía, cosas que me gustaría que pasaran o que espero que no lo hagan. En la fotografía es igual, cuando algo me llama la atención, por pequeño que sea, intento captarlo. En mi día a día me guío bastante por los detalles y en mis cosas también intento hacerlo.
P. ¿Qué autores le influyen?
R. Como referente tengo, sin duda, a Carlos Ruiz Zafón. Me encanta su forma de expresarse, de meterte en el mundo de sus libros. Por otra parte, hace poco descubrí una perla de John Katzenbach: 'El psicoanalista'. Me parece una novela apasionante y él, como escritor, increíble. De todas formas cada libro me aporta algo y cada autor, sólo por el hecho de haber conseguido publicar, tiene a partes iguales mi admiración y mi envidia sana.
P. ¿Cuándo empezó a exponer?
R. Exponer como tal, de manera individual, nunca lo había hecho, es la primera vez. Así que supongo que tendría que remontarme a cuando empecé a escribir, que fue a los seis años, aproximadamente. Aún guardo relatos de aquella época.
P. ¿Por qué decidió hacerlo?
R. La verdad es que siempre me he imaginado escribiendo. Desde pequeña me apasionaba inventar nuevos mundos y con el tiempo también lo utilicé como vía de escape o de expresión. En mi día a día tiene que haber escritura. De todos modos, la exposición es bastante variada. Los cuadros recogen mis relatos, pero también les acompañan mis fotografías. El día de la exposición hice un monólogo en directo y pasé alguno de mis cortometrajes. No podría decidirme por una de esas facetas porque creo que, en cierto modo, todas se incluyen.
P. ¿Cómo valora la creación artística en Barakaldo?
R. Respecto a exposiciones, la GazteBulegoa da una buena oportunidad porque hace una cada mes. Sí es verdad que yo he estado en alguna inauguración y no se acerca mucha gente. Yo tengo 22 años y creo que la gente de mi edad tiene un concepto equivocado de estas cosas, las presuponen aburridas pero al final dan bastante juego. Yo acabé vestida de colegiala y con coletas en mi monólogo, sin ir más lejos. El problema no es que la gente no exponga, es que es difícil que las exposiciones tengan repercusión. Pero creo que hay que buscar nuevas vías para darlas a conocer e innovar. Y, por qué no, si hubiera más opciones para exponer, mejor que mejor. Todo lo relacionado con la cultura debería ser bueno.
P. ¿Cuáles son sus planes para el futuro en cuanto a las exposiciones?
R. Sin duda, me encantaría hacer muchas más porque, además de animarte a crear cosas nuevas y a querer innovar, es gratificante. El hecho de poder mostrar lo que haces, y que las personas se muevan para verlo, es increíble.
P. ¿Dónde le gustaría exponer?
R. Mi sueño desde pequeñita ha sido ver un libro mío en un escaparate. Ésa es mi ambición. Pero la verdad es que, respecto a exposiciones, cualquier sitio sería bueno. Siempre que pueda compartir lo que hago, no pido nada más.