Estudiantes del desaparecido colegio Retuerto en 1993
Nunca más volverá a ser el colegio Retuerto. Es la consecuencia del acuerdo adoptado por el pleno del Ayuntamiento, que, por unanimidad, solicita al Gobierno Vasco la "desafectación a usos educativos" del edificio del antiguo colegio público Retuerto, que no cumple sus funciones originales desde hace una década, desde el 31 de marzo de 2000. El inmueble está ocupado desde febrero de 2009 por actividades de la casa de cultura del barrio, cuyo anterior local [calle Retuerto, 8] se encuentra abandonado desde que sufriera filtraciones de aguas fecales a comienzos del año pasado. El acuerdo municipal confirma el proyecto del Consistorio de convertir las antiguas escuelas en el centro cultural del barrio.La primera alerta sobre el futuro del colegio surgió en 1997 cuando el área de Educación del Ayuntamiento elaboraba un informa en el que señalaba la "necesidad de plantearse el futuro de los colegios públicos Retuerto Burtzeña y Larrea", en donde el número de niños matriculados se había reducido a 55, 36 y 134, respectivamente. En año anterior habían cerrado Bituritxa y San Vicente Mártir, mientras se habían fusionado La Siebe, Unamuno y Beteruli; Beurko y Bagaza; y Munoa y Llano.
Los responsables locales negaron entonces la clausura del centro e incluso se destinó una partida económica para arreglar el tejado. Pero en 1999, a finales de enero, surgió el conflicto racista y la Ertzaintza tuvo que intervenir el 4 de febrero para proteger a mujeres y niños en las inmediaciones del colegio Retuerto acosados por cientos de payos empeñados en expulsarlas de la zona con el argumento de que eran "delincuentes" y "conflictivas". Para ese momento, la escuela, que había sido calificada como modélica por su sistema de enseñanza, ya estaba herida de muerte.
En el año 2000, el colegio sólo tenía 13 estudiantes y el Ayuntamiento ya daba por sentado que el Ejecutivo autonómico cerraría sus aulas. El entonces alcalde, el socialista Carlos Pera, expresó públicamente su rechazo y destacó la necesidad futura de la instalación debido al fuerte desarrollo urbanístico impulsado en el área, con 700 viviendas de la promotora del BBVA, entre otras acciones.
Pero en marzo, en medio de un nuevo conflicto racista —alimentado con informaciones en algunos diarios—, se produjo la confirmación oficial y el Consistorio, a través del entonces concejal de Educación, Alfonso García, sólo pudo reclaman que se mantuviera abierto al menos hasta el fin de curso y no dispersara a los niños en cinco colegios. Sin embargo, no fue posible y el 31 de marzo de 2000 se clausuró la escuela y los niños tuvieron que trasladarse a otros centros, en algunos casos con fuerte protección de la Ertzaintza, como en el caso de tres pequeños de tres, siete y ocho años, a los que decenas de adultos intentaron el 14 de abril impedir ingresar en el colegio Salesianos de Burtzeña por considerarlos "conflictivos". El problema se cerró un mes de después. Se cerraba así la historia de Retuerto como centro escolar.